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Si hay personas que entienden la necesidad de encontrar nuevas fuentes de financiación para cubrir los costos de operar un país o una empresa o simplemente ayudar a la gente, son los emprendedores. Esa es de hecho, nuestra responsabilidad # 1, ser capaces de generar ingresos o conseguir inversiones para cubrir nuestras necesidades de capital. Pero si hay algo que también hemos aprendido, es que siempre hay varias formas de cubrir un plan de inversión.
¿Qué pasaría si en vez de buscar aumentar la carga impositiva o buscar poner impuestos a alimentos procesados o bebidas azucaradas, buscamos aumentar la inclusión financiera y adoptar pagos digitales? ¿Será posible, que al hacer esto, podamos generar mayores ingresos para el gobierno?
Pues miremos ejemplos.
En tan solo 10 años, Kenya pasó a lograr que el 96% de los hogares tuviera una billetera móvil. Es decir, una cuenta de banco en tu celular, en solo una década, en un país con un PIB per cápita 1⁄3 del de Colombia (USD$1,838 vs $5, 322), logró que casi 100% del país estuviera incluido financieramente.
Si partimos de que en Colombia hay 65 millones de celulares activos, o sea más celulares que personas, esta posibilidad de inclusión financiera sería viable.
¿Ahora de qué sirve tener una billetera móvil?
Pues un estudio reciente mostró como el uso de las billeteras digitales llevaron a qué 194 mil familias aproximadamente, 2% de las familias en Kenya, salieran de la pobreza.
De la misma manera, la entrega de subsidios a través de billeteras móviles puede ahorrarle a una persona 20 horas de tener que desplazarse y hacer filas, para recibir dinero.
Al tener más ingresos, que lleven a un mayor consumo, obviamente el gobierno -vía IVA- recibiría más recursos. Todo gracias a una billetera móvil.
Otro caso donde el uso de pagos móviles impulsa a la economía -y al recaudo del país- fue en Brasil. En 2020 se lanzó “PIX”, un sistema para que las personas pudieran transferir dinero de forma electrónica a otras personas y a comercios. En menos de dos años desde su implementación, se convirtió en el medio de pago más usado (superando incluso al efectivo) del país. Solo en agosto pasado 119 millones de personas lo usaron, siendo más del 50% de la población. Entre muchas bondades, el especialista de finanzas de PWC Willer Marcondes, estima que al reducir el uso del efectivo, en ahorro en el costo de impresión y de manejo del mismo, puede significar 1-2% del PIB.
Por último, la inclusión financiera puede ayudar enormemente a que el gobierno tenga un mayor recaudo, a través de los impuestos.
El 8 de noviembre de 2016, el primer ministro de India anunció que ya no se iba a permitir tener en circulación billetes de 500 y 1,000 rupees. Esta medida, conocida como la desmonetización, fue llevada como gran esfuerzo para combatir el “dinero oscuro”, como corrupción, crimen y evasión de impuestos. Se estimaba que en India solo el 2% de los ciudadanos pagan impuestos sobre sus ingresos, y la corrupción es endémica. Al empezar a forzar el uso de billeteras móviles y medios de pagos electrónicos para reemplazar los billetes de alta denominación en la economía, lograron contraer el uso del efectivo, lo cual se estima que llevó a aumentar en 3% el PIB del país.
Al tener en cuenta solo estos dos beneficios teóricos, Colombia podría estar ahorrando unos US$15.700 millones (sobre el PIB de US$314.000 millones, 2021).
¿Qué pasa entonces, si buscamos que el recaudo que necesita el gobierno para sus programas sociales venga de la inclusión financiera y el uso de billeteras móviles?
El país tendrá mayor recaudo, y millones de personas, tendrán la posibilidad de prosperar económicamente. Lo único que necesitamos es un celular y las decisiones para llevar a cabo algo de lo que he mencionado.