.
Analistas 13/06/2024

Dar papaya

Andrés Otero Leongómez
Consultor en Investigaciones e Inteligencia Corporativa

Los que me leen en estas columnas saben lo crítico que soy del presidente Petro, su postura ideológica, su incompetencia para gobernar, la corrupción que permea su gobierno y su carácter como persona. Pero como bien le dijo Churchill a la Reina Isabel cuando a sus 25 años asumía el trono, lo más difícil de ser reina es ‘no hacer nada’. En otras palabras, no dar papaya. Este consejo aplica para todos aquellos que en las marchas gritan ‘fuera Petro’ y que creen que al ‘pichón de dictador’ hay que sacarlo por la fuerza.

La semana pasada en la Asamblea de Asobancaria, tuve la oportunidad de escuchar la opinión y perspectiva del futuro de Colombia de representantes de diferentes vertientes políticas. Aparte del común denominador -la difícil situación económica que atraviesa el país-, quedó claro que la campaña de 2026 ya comenzó. En este ajedrez político que vivimos hay que ser más astutos que nuestro oponente. No solo tenemos que pensar en nuestra mejor jugada, sino anticiparnos a la mejor jugada del rival antes de mover las fichas.

El país vive un ambiente de gran incertidumbre política, económica y social, que seguramente va a generar muchos paros, tensión, nerviosismo y especulación durante los dos años que le quedan a este gobierno (ojalá). Si a esto le sumamos un sistema de salud en cuidados intensivos por capricho del gobierno, el deterioro de la situación de seguridad producto de la presencia de la delincuencia organizada en todo el país, y un presidente ausente, errático y combativo, solo se necesita de una pequeña chispa para encender el fuego.

Por eso creo que los organizadores de la Convención Bancaria se equivocaron al poner a Vicky Dávila como ‘keynote speaker’. No sé de quien fue la idea, si de Malagón, de Gilinski o de la misma Vicky, pero justamente era lo que Petro estaba buscando. En vez de humillarlo -como muchos de los que la aplaudieron quisieron ver- lo que hicieron fue tirarle un salvavidas. Él llevaba dos años tratando de encontrar un enemigo político que le permitiera justificar su narrativa de lucha de clases. Lo intentó con Uribe, con Sarmiento y más recientemente con los Vargas Lleras, pero ninguno había picado el anzuelo.

Estoy de acuerdo con la mayor parte del contenido del discurso de Vicky, pero no era el foro ni el ‘timing’ adecuado para lanzar su precandidatura presidencial. Su discurso -a parte de servir los intereses políticos de ella misma- lo única que logró fue alborotar el avispero y desprestigiar el papel y la independencia de los medios de comunicación. Lograron ponerle cara a la oposición y validar el argumento del Presidente, según el cual los más poderosos -los bancos- quieren tumbarlo. El famoso golpe blando del que tanto viene hablando.

Además, si los banqueros querían ingresar a la fiesta del sector extractivo, la salud, las pensiones y los servicios públicos, consiguieron su pase directo. No tardó un día para que el presidente saliera a hablar de inversiones forzosas por parte de la banca. Lo peor es que cuando a él se le ocurre algo, es muy difícil sacárselo de la cabeza. Además, ya se dio cuenta que no necesita de mayorías en el congreso para lograrlo.

A un personaje como Petro no hay que azuzarlo, martirizarlo o darle argumentos para justificar sus acciones. Él solito se pega el tiro. Nuestros líderes tienen que ser cuidadosos y calculadores. No pueden llegar como pavos reales a las convenciones gremiales, pues eso es lo que comúnmente llamamos ‘dar papaya’.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA