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Esta semana, la Ocde publicó dos informes clave sobre los sistemas de retiro que nos permiten entender hacia dónde se están moviendo los países para tener modelos de pensiones más inclusivos y sostenibles. Estos análisis llegan en un momento crucial para Colombia, porque estamos implementando la recién aprobada reforma pensional, que trae varios retos, algunos de ellos similares a los que se viven en otros países de la Ocde, y otros propios de nuestra sociedad.
Como bien lo dijo Mathias Cormann, secretario general de la Ocde: “Los sistemas de pensiones son una piedra angular de la seguridad financiera y la resiliencia económica de una población que envejece. Es esencial contar con sistemas de pensiones de capitalización más inclusivos, innovadores y sostenibles”.
Qué traen estos informes en detalle:
Transición global hacia sistemas de contribución definida
Uno de los informes, el Pension Markets in Focus, documenta cómo los países de la Ocde han migrado progresivamente de sistemas de beneficio definido, en los que los trabajadores reciben una pensión preestablecida, generalmente calculada con base en su salario y tiempo de trabajo, a sistemas de contribución definida, en los que, en contraste, el monto de la pensión depende de cuánto se haya ahorrado y de los rendimientos obtenidos por esos ahorros.
Este cambio es notable en países como Israel, donde los sistemas de beneficio definido representaban 91% del total en 2001, pero hoy son solo 37%. En Italia, la caída ha sido aún más drástica: del 40% al 2%. Brasil, por su parte, pasó de 55% en 2014 a 41% en 2023. Esta tendencia refleja un esfuerzo por construir sistemas más sostenibles, que respondan mejor a las dinámicas demográficas (envejecimiento de la población, menores hijos por familia, entre otros.) y económicas actuales.
Incentivos para el ahorro: una prioridad global
El otro informe, Oecd Pension Outlook 2024, resalta cómo el crecimiento del ahorro pensional se ha beneficiado de políticas que diversifican las fuentes de financiamiento y mejoran los resultados de jubilación. Más de la mitad de la población en edad de trabajar ya participa en sistemas de capitalización en la mayoría de los países de la Ocde.
Una de las estrategias destacadas es el uso de incentivos tributarios para fomentar el ahorro. El informe muestra que países como Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Suecia y Dinamarca son más generosos que Colombia en este tipo de incentivos. Por otro lado, incentivos no tributarios como las contribuciones paralelas, donde el Gobierno complementa el aporte del trabajador y los subsidios dirigidos a personas de ingresos medios y bajos, han demostrado ser efectivas para ampliar la cobertura y garantizar pensiones más adecuadas.
Teniendo en cuenta las tendencias globales que nos presentan estos informes, la realidad colombiana con la implementación de la reforma pensional nos enfrenta a desafíos y casos de éxito de nuestra realidad y que reflejan, algunos de ellos, la tendencia global:
1. Traslados no racionales: la reforma abrió una ventana de oportunidad para que los trabajadores que no se trasladaron de régimen 10 años antes de cumplir la edad de pensión (prohibido por ley) puedan hacerlo durante los próximos dos años. Concretamente, a las personas que esperan pensionarse con una pensión de salario mínimo les resulta conveniente trasladarse de Colpensiones a un fondo privado (Colfondos, Porvenir, Protección o Skandia) por dos razones: primero, se les exige un número inferior de semanas y, segundo, les permite heredar los ahorros remanentes a sus hijos mayores de 25 años. Sin embargo, la mayoría de estas personas no están aprovechando esta posibilidad, lo que representa un reto de información y educación financiera.
2. Casos de éxito: por otro lado, ya hemos visto ejemplos positivos de esta ventana de oportunidad de traslado. El proceso es gratuito, fácil y accesible para quienes cumplen los requisitos: tener 750 semanas cotizadas o más para mujeres y 900 semanas o más para hombres, y estar a menos de 10 años de la edad de pensión. Ya muchas personas se trasladaron con éxito.
3. Impulso al ahorro voluntario: en línea con las tendencias globales que documenta la Ocde, fortalecer el ahorro voluntario es clave para mejorar nuestro sistema pensional. Este tipo de ahorro permite completar semanas en caso de no cumplir con los mínimos requeridos y aumentar el monto de las pensiones que se verá reducido ya que la reforma redujo acertadamente los subsidios a las pensiones por encima de 2,3 salarios mínimos.
La experiencia de la Ocde nos muestra que los sistemas de pensiones deben evolucionar continuamente para responder a las necesidades de una población que envejece y a los cambios económicos. En Colombia, estamos estrenando un nuevo marco que tiene el potencial de funcionar mejor en la medida en que logremos generar mayor empleo formal, atraer a los jóvenes, las mujeres y los campesinos a la fuerza laboral y, sobre todo, aumentar el ahorro de largo plazo y la rentabilidad de ese ahorro. Estos esfuerzos son imprescindibles para construir un sistema pensional que brinde seguridad financiera a las generaciones presentes y futuras.