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“Hay que hacer algo.” Esta frase, repetida sin cesar tras el anuncio de Sura de retirarse del sistema de salud, refleja la desesperación general ante la crisis que vivimos en Colombia. La preocupación por la acción sería valiosa si la mayoría de quienes la repiten realmente desearan actuar. Pero en realidad, esa frase en conversaciones informales significa “hagan algo” o “que otro actúe”. A la hora de la verdad, son pocos los que se toman en serio la frase y pasan a la acción.
Muchos reconocemos que nuestro país atraviesa una grave crisis, peor que la pandemia, generando daños gravísimos que tomarán más de una década en recuperar. Están destruyendo el sistema de salud, minando el sector energético, ahuyentando la inversión, destruyendo empleos y regresando al país a niveles de inseguridad que no veíamos hace dos décadas. Sin duda, hay que hacer algo.
Mientras lee esta columna, probablemente asienta con la cabeza y se pregunte “¿qué vamos a hacer?”. Le tengo una mala noticia: nadie va a hacer nada por usted, nadie va a venir a salvarnos. No caerá del cielo un líder redentor ni nos sacarán de esto los líderes políticos. Al inicio mencioné que padecíamos las consecuencias de las ideas que gobiernan a Colombia, y no hablo solo del presidente ni de su gobierno. El problema de Colombia no es Petro. El problema son sus ideas: la adoración al Estado, la creencia de que solo el Estado puede solucionar todos los problemas, la convicción de que debe regularlo todo y proveerlo casi todo.
Está también esa mentalidad que ve al lucro como inmoral, al empresario como villano explotador y a los negocios como anti-derechos. Tampoco podemos dejar atrás la idea cultural de siempre recurrir al Estado como salvador para que se haga responsable de lo que nosotros no queremos asumir. Las ideas que Petro representa están incrustadas en la mentalidad de los colombianos y presentes tanto en políticos de izquierda como de derecha.
No podemos quedarnos esperando que los políticos nos rescaten ni confiar en la llegada de un salvador. Como dijo Milton Friedman: “No creo que la solución a nuestro problema sea simplemente elegir a las personas correctas. Lo importante es establecer un clima de opinión que haga políticamente rentable para las personas equivocadas hacer lo correcto.” Entendamos que los políticos son seguidores de ideas, si el pueblo pide locura ofrecen locura, si pide cordura ofrecen cordura. Si pide más Estado eso ofrecen y si pedimos más libertad también la ofrecerán.
¿Entonces qué hacemos? En Libertank llevamos cinco años transformando la mentalidad de los colombianos. Todos los días impactamos a miles de personas. A través de la creación constante de contenido en redes sociales, eventos de alto impacto y campañas masivas, estamos combatiendo las malas ideas y construyendo consensos sobre la única base de la prosperidad: la libertad. Nuestras experiencias transformadoras, como Líderlab para jóvenes líderes y Liberminds para trabajadores de empresas, nos permiten inspirar y enseñar a vivir en libertad. Con cada paso que damos, estamos sembrando las semillas de una Colombia libre y próspera.
Nadie más va a actuar por ti. La solución a nuestra crisis no vendrá de los políticos ni de esperar a un salvador, sino de nuestra capacidad para asumir la responsabilidad y exigir libertad.