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En el espectro político colombiano, el sesgo anti empresa y anti libertad no es exclusivo de la izquierda. Aunque tradicionalmente se asocia más con las políticas progresistas, también está presente en muchos sectores de la derecha. Este fenómeno refleja una resistencia generalizada a las fuerzas del mercado, lo cual obstaculiza el desarrollo económico y social del país. Frente a este panorama, surge la necesidad de una alternativa verdaderamente liberal para las elecciones de 2026.
Una de las primeras acciones de una alternativa liberal en 2026 debe ser una reforma tributaria que disminuya sustancialmente el impuesto de renta a las empresas y simplifique el Estatuto Tributario. En Colombia, la carga fiscal sobre las empresas es una de las más altas del mundo, lo que desalienta la inversión, limita el crecimiento económico e impide crear oportunidades, especialmente para los más pobres. La simplificación del Estatuto Tributario es esencial para reducir la burocracia y los costos asociados al cumplimiento tributario.
El sistema pensional requiere una reforma profunda que corrija los desastres de la recientemente aprobada y vaya más allá. La alternativa liberal debe prohibir los regímenes de reparto, insostenibles a largo plazo debido a las dinámicas demográficas del país. En su lugar, se deben crear incentivos para el ahorro individual y desregular las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para aumentar la competencia y reducir las comisiones.
Para dar un salto cuántico, debemos mejorar sustancialmente la calidad educativa. La alternativa liberal debe centrarse en la implementación de subsidios a la demanda en todos los niveles educativos para los más vulnerables, permitiendo a familias y estudiantes elegir libremente las instituciones educativas. Este enfoque promueve la competencia, mejora la calidad educativa y fomenta la equidad al brindar mayores oportunidades a los estudiantes de bajos ingresos. Incentivar a los privados a operar colegios en zonas de bajos recursos y establecer colegios en concesión transforma la educación en Colombia.
La seguridad debe ser primordial. Sin un entorno seguro, cualquier avance económico y social es insostenible. La alternativa liberal debe fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad y justicia, y modernizar sus capacidades con tecnología, formación y profesionalización.
Reducir la burocracia estatal es otro objetivo fundamental. Un aparato estatal inflado y poco eficiente drena recursos que podrían ser utilizados en áreas prioritarias y entorpece el funcionamiento ágil del mercado y la iniciativa privada. Además, es urgente eliminar los privilegios de los políticos para mejorar la confianza en las instituciones. Deben revisarse y eliminarse beneficios injustificados que los políticos reciben, altos salarios desproporcionados y otras prebendas.
Finalmente, una política de libre comercio debe ser la piedra angular de la alternativa liberal para 2026. La eliminación de aranceles y medidas no arancelarias es crucial para integrar a Colombia en el mercado global, fomentar la competitividad y reducir los costos para los consumidores.
Esta alternativa debe romper con los sesgos anti libertad que frenan el desarrollo del país. Con estos tres pilares: libertad económica, fortalecimiento de la seguridad y reducción del tamaño del Estado, Colombia podrá alcanzar un crecimiento económico sostenido y una mayor prosperidad para todos.
