El motor de la próxima transformación digital

Si actualmente existe una compañía sobre la cual no se hable mucho, que esté impulsando diversos sectores en el desarrollo tecnológico en transformación digital es sin duda Nvidia. (Nasdaq:Nvda). No solo tiene una posición dominante en el mundo del diseño y venta de microchips produciendo 83% de los mismos, sino que en los últimos años se ha volcado a producir masivamente el hardware que permite el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial.

La que alguna vez fue reconocida como una compañía dedicada exclusivamente a productos de gaming y entretenimiento, se ha transformado en el motor principal que impulsa vehículos autónomos y herramientas como ChatGPT o Midjourney, entre otras. Tampoco es un secreto que su acción en la bolsa de valores ha experimentado un crecimiento impresionante de casi 400% en los últimos cinco años, consolidándola como una de las acciones de mayor rendimiento en el sector tecnológico.

Desde sus inicios, han sido pioneros en la computación acelerada ayudando a resolver algunos de los problemas computacionales más desafiantes del mundo, pero es ahora que con la altísima demanda de componentes que facilitan estos desarrollos se está generando lo que algunos ya denominan la “fiebre del oro de la IA”, donde más que nunca las compañías e individuos buscan formas de desarrollar negocios y enriquecerse con esta revolucionaria tecnología. En línea con la tendencia de otras empresas de convertirse en entidades más integrales que abarcan el desarrollo de software, Nvidia ha incursionado en esta tarea y a continuación, vemos algunos ejemplos contundentes del impacto transformador que está logrando:

Uno de los fenómenos más destacados es la construcción de mundos virtuales paralelos o “digital twins”, que consiste en crear modelos virtuales precisos que reflejan objetos del mundo físico. Estos escenarios permiten realizar experimentos científicos o de ingeniería para evaluar su funcionamiento en el mundo real. Por ejemplo, Ericsson, la compañía sueca de sistemas de comunicación, está desplegando escenarios virtuales para comprender el alcance de sus nuevas torres 5G en diferentes ciudades, interpretando cómo las ondas de radio se propagan en entornos urbanos complejos influenciados por miles de factores físicos. Estos mismos modelos también se pueden utilizar para simular dinámicas moleculares o predecir condiciones meteorológicas.

Otro caso sobresaliente, proviene del grupo BMW, que ha creado una fábrica virtual idéntica a su contraparte real, donde se prueban escenarios utilizando humanos y robots virtuales que interactúan simultáneamente. Esto permite simular el funcionamiento completo de fábricas antes de su construcción, reduciendo así riesgos y costos operativos. En un mundo que requiere cada vez más potencia de procesamiento para acelerar el desarrollo de mundos en 3D e incluso del llamado “metaverso”, Nvidia ha lanzado numerosos proyectos que ayudan a los creadores de diversas industrias a aprovechar fácilmente las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial generativa.

Los proveedores de servicios cloud y compañías de servicios de internet en la economía digital utilizan estas capacidades para llegar a millones de consumidores y permitir así una navegación más fluida que facilita el comercio electrónico global. Además, la compañía también ha simplificado el uso de GPU (unidades de procesamiento gráfico) para el sector cripto, comercializando dispositivos diseñados específicamente para la minería de criptomonedas, así como otros no exclusivos que también se utilizan para este fin.

Como podrá imaginarse, todo lo mencionado anteriormente en este campo de la “industrialización visual” requiere de enormes cantidades de potencia de procesamiento gráfico, y es aquí donde compañías como esta tienen una ventaja significativa sobre otros competidores. Considerando lo expuesto, no cabe duda de que Nvidia se posiciona como uno de los motores de la próxima transformación digital, brindando soluciones avanzadas en IA, aceleración de aplicaciones y facilitando la creación de mundos virtuales para diversos fines, lo cual abre un abanico de posibilidades infinitas en los desarrollos que vendrán en los próximos años.