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ANALISTAS 18/06/2024

Desafíos fiscales: Panorama crítico

Carlos David Alape Gamez
Economista y estudiante de Administración Pública Esap

Diversos analistas económicos estábamos a la expectativa de la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), dada la delicada y compleja situación fiscal que enfrenta el país, comparable únicamente con la crisis vivida durante la pandemia. Con una estimación del déficit fiscal de 5,6% del PIB, el cual intenta no transgredir la Regla Fiscal, y un recorte de $20 billones en todas las dependencias del Estado, repartido en un 45% para inversión pública y un 55% para gastos de funcionamiento, este documento presenta, quizás, unas estimaciones optimistas de tasas de crecimiento del 1,7% del PIB para 2024 y del 3% para 2025. Esto, sin acelerar la ejecución del presupuesto ya disponible ni garantizar su uso eficiente y efectivo.

La caída en el recaudo tributario durante el año fiscal actual, es atribuible a la reducción en las cuotas de renta y de los impuestos externos, así como a una menor gestión de la DIAN en la reducción de la evasión tributaria, esto se agrava con el retiro del proyecto de ley de arbitramento de litigios y los efectos de la decisión de inexequibilidad de la Corte Constitucional sobre la deducibilidad de las regalías. El MFMP asegura que el recorte en el gasto social no se verá afectado; sin embargo, el 45% de los $20 billones representa una cuantiosa reducción en la inversión social pública, que es fundamental para mejorar el bienestar de los hogares colombianos e incentivar el consumo, el cual representa aproximadamente el 60% del PIB. Tambien, a pesar de afirmar que se respetará la Regla Fiscal, esto se hará dentro de los límites permitidos, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo. En periodos anteriores, como durante la pandemia, el déficit fiscal fue 2,2 puntos porcentuales (p.p.) en 2020 y 1,4 p.p. en 2021 mayo que 5,6% estimado para 2024. Sin embargo, las proyecciones indican que este comportamiento no se repetirá al menos hasta 2035.

Además, durante la presentación del MFMP, se mencionó que el escenario considera la aprobación del proyecto de flexibilización de la Regla Fiscal, lo cual sugiere que, de no aprobarse dicho proyecto, las estimaciones presentadas podrían variar significativamente. De acuerdo con esto, recientemente el gobierno indicó que está explorando la idea de la construcción de un proyecto para corregir las inflexibilidades de la Regla Fiscal, argumentando que la actual normativa es coherenta para una economia que experimenta tasas de crecimiento económico anuales entre el 3,4% y el 10%, lo cual es incongruente con el desempeño reciente de la economía colombiana, con un crecimiento interanual del PIB del 0,7%.

En este contexto, considero que no es necesario contar con más recursos, sino más bien acelerar la ejecución del presupuesto existente y garantizar su utilización de manera rápida, eficiente y efectiva. No deberíamos seguir discutiendo posibles flexibilizaciones o aumentos del gasto público, ya que no hay margen para ello. Se requiere eficiencia en el gasto, austeridad y la emisión de señales de confianza respecto a la consolidación fiscal y la reducción tanto del déficit fiscal como de la deuda pública.

En sintesis, el panorama fiscal de Colombia sigue siendo desfavorable pese a la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP). Aun cuando el MFMP intenta proyectar un crecimiento optimista, el país enfrentará un déficit fiscal del 5,6% del PIB, exacerbado por un recorte significativo de $20 billones en las dependencias del Estado. Este recorte, dividido entre inversión pública y gastos de funcionamiento, podría limitar severamente la capacidad del gobierno para fomentar el crecimiento económico y la mejora del bienestar social. La caída en el recaudo tributario y la reducción de la eficiencia en la gestión de la DIAN complican aún más la situación, poniendo en riesgo la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Además, el impacto de decisiones judiciales como la no deducibilidad de las regalías, aumentan la incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus compromisos financieros y fiscales.

En conclusión, la situación fiscal de Colombia sigue siendo preocupante, con un déficit elevado y desafíos significativos en la recaudación y gestión de los recursos públicos. La propuesta de flexibilización de la Regla Fiscal puede ser una medida paliativa, pero no resuelve los problemas estructurales subyacentes. La verdadera pregunta que surge es: ¿Cómo puede el gobierno de Colombia equilibrar la necesidad de austeridad y eficiencia en el gasto con la imperativa necesidad de inversión social y económica para fomentar un crecimiento sostenible y equitativo? Este interrogante abre un debate crucial sobre las estrategias fiscales y económicas que el país debe adoptar para asegurar su estabilidad y progreso a largo plazo.

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