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Como siempre ocurre, el transcurrir del tiempo, los cambios en los comportamientos de los mercados y las actividades de la competencia, hacen que se requiera hacer ajustes o modificaciones a lo planeado, y casi que continuamente, por lo que se dice que la única verdadera constante es el cambio. El mercadeo no es ajeno a ello, y por lo tanto hay que estar pendientes para hacer esos ajustes a tiempo, sin demora, pues como dice Seth Godin, con todo a un clic de distancia todo se acelera.
El mercadeo, como en varias ocasiones hemos comentado, no se circunscribe sola y específicamente a empresas que buscan lucro, o del comercio, sino que debe aplicarse siempre y en todo; igualmente, se trata de un proceso ininterrumpido para descubrir los deseos y las necesidades que las personas de la sociedad buscan satisfacer con el fin de mejorar cada día el nivel de vida, para hacer que con la oferta que se trabaja, ello sea posible, y se logre superar a quienes compiten por el mismo segmento del mercado.
Los seres humanos seguimos siendo humanos; lo que ha cambiado es el ambiente en el cual se desarrolla la acción humana, pero las personas siguen (seguimos) teniendo las mismas necesidades, ajustando los deseos.
Sin embargo, ante cualquier circunstancia o situación, hay algo que todos sentimos, queremos y deseamos con ansiedad: ser tratados como personas humanas.
Sin orden de importancia, y como afirma la empresaria experta en mercadeo digital Lahle Wolfe, hay dos tipos de clientes que no pueden despreciarse bajo ninguna circunstancia: los clientes potenciales, los que en algún momento buscan y/o solicitan información (aunque sea por curiosidad), y, obviamente, los actuales leales, ya que son quienes pueden actuar como evangelizadores en el mercado.
Ajuste 1: Las actividades del mercadeo están ceñidas a una comunicación directa y permanente entre todos los integrantes del mercado. Pero todo ello hay que hacerlo en un tiempo adecuado; hacer esperar más de lo que el mercado cree que debe esperar, con la información que se tiene al alcance de cualquiera, 24 horas diarias todos los días del año, es fatal. Como dice Seth Godin, “en la era de un clic, o se responde ya, en un momento, o adiós”. La velocidad es crucial en el mundo actual.
Ajuste 2: Monitoreo permanente de lo que se dice acerca de la organización y la oferta que se hace al mercado. A medida que más se amplían las redes sociales, los comentarios de la gente, y de los “críticos especializados”, son cada vez más influyentes en las decisiones de los humanos. Y en un mundo en el cual “todo el mundo es crítico especializado”, hay que estar pendientes de lo que se dice. Las redes sociales, sobre todo, se han convertido en fuentes de información “confiables”.
Ajuste 3: Consistencia y persistencia, aunque parezca paradójico. Es quizás de los ajustes más complicados de implementar, pues debido a la constante del cambio y a la velocidad del mismo, ser consistente y hacer que lo que se dice y hace sean percibidos de la manera adecuada, de una parte, y sostenerse durante el tiempo que se requiere para hacer del cliente un ser humano leal, de otra, con la actividad y el movimiento que se aprecia, no es sencillo. Dicho de otra forma, hay que cambiar la forma, no el fondo para no caer en la trampa de la extensión de línea.