MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Se ha comenzado a hablar del “Lean Marketing”, porque algunas organizaciones han utilizado la metodología descrita por Eric Ries, un joven empresario norteamericano quien desde sus épocas de estudiante en la U. de Yale deslumbró a muchos con la manera de adelantar análisis para el desarrollo de negocios, productos y campañas, haciendo que de manera rápida se analizaran los posibles resultados y consecuencias de las ideas que en todas partes aparecen, y de las cuales están llenos los cementerios porque muchos se han ido a las tumbas con muy buenos propósitos e iniciativas que nunca se realizaron.
En 2011 publicó el libro “The Lean Startup”, según algunos fundamentando su proceso en la filosofía del “lean management” que los japoneses implementaron en la producción de automóviles durante los años 80, y desde entonces muchas organizaciones han adelantado procesos exitosos siguiendo lo que allí describe Ries, y obviamente mucha gente de mercadeo ha entrado en la tónica acuñando el término “lean marketing” para describir lo que hacen y cómo lo desarrollan.
La metodología lean se basa en fundamentar el desarrollo de las ideas acortando los ciclos o tiempos de prueba combinando para ello experimentos impulsados por hipótesis y presentación de productos iterativos (por partes o ciclos y repetición) que generan retroalimentación de clientes y prospectos facilitando así la toma de decisiones, el desarrollo de proyectos y, el conocimiento del mercado, disminuyendo consecuentemente tiempos de lanzamiento y presentación que a su vez se traducen en grandes ahorros y rendimientos.
De esta manera, la metodología lean startup presenta como hipótesis principal la inversión de tiempo y dinero en productos o servicios que siendo de construcción iterativa reducen riesgos y ahorran en todos los sentidos, comenzando por el que denomina producto mínimo viable (PMV), el cual define como la versión de un nuevo producto que posibilita recopilar con el mínimo esfuerzo la mayor cantidad posible de retroalimentación del mercado, evaluando las posibilidades reales de éxito y comenzando así el ciclo de lanzamiento. Como ejemplo principal y sonoro, Ries presenta el caso exitoso de Nick Swinmum, fundador de la cadena de venta de zapatos on-line Zappos.
El director de mercadeo del grupo Palladium Hotel de las islas Baleares, Iñaki Bau, opina que “prueba y error, tiempo real y analítica son las claves del nuevo marketing. No hay mejor método para responder a la vorágine de cambios que nos rodean. Y si lo hacemos bien, podremos conseguir, con unos costes más reducidos, un mejor y mayor impacto en los objetivos de nuestra estrategia de marketing”, como corroborando lo dicho en el libro.
Para muchos, no es nada nuevo; es simplemente un concepto al que se le da un nombre, como siempre ha ocurrido, pero es una realidad que Ries ha hecho que muchos mercadólogos despierten a la realidad de una velocidad del cambio que hace que los procesos se modifiquen y adapten a las exigencias del mundo actual.
El marketing es una actividad que nunca termina y está, como siempre ha estado y estará, en constante evolución, siendo fundamental, como indica el autor en su texto, el contacto permanente con clientes y prospectos, es decir, una comunicación de doble vía que nunca terminará.
Lean marketing, o como se quiera denominar este proceso, es algo que debe aplicarse en todas las disciplinas.