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Analistas 04/05/2024

Para evitar el fracaso

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

Donald R. Keough, quien fue alto ejecutivo de varias empresas, miembro de juntas directivas y reconocido empresario, en 2008 publicó el libro “The Ten commandments for Business Failure”, traducido como “Los 10 mandamientos para arruinarte”.

Después de haber trabajado más de 60 años en cargos directivos, la mayoría de ellos en The Coca Cola Company, dijo que no pudo encontrar nunca una fórmula para ser exitoso sino que por el contrario, entendió y aprendió lo que hay que hacer para garantizar el fracaso, que como conclusión de lo que expone en el libro podría resumirse en un solo mandamiento: trabajar sin pasión, o perder la pasión por lo que se hace.

Con claros fundamentos para lo que expone, hace recordar que los errores y los fracasos de las organizaciones no suceden por lo físico sino por que hacen y no hacen los seres humanos, principalmente quienes tienen a cargo la dirección de las operaciones, o sea los ejecutivos, pues las personas que ejecutan la parte operativa son medios de transmisión de quienes tienen a cargo la orientación y el manejo de las organizaciones. “Las empresas no son otra cosa que el producto y el reflejo de las características de sus líderes, la sombra de quienes las gobiernan”, dice.

Hoy, como siempre ha sido y será, y sobre todo bajo las circunstancias actuales, hay que estar atentos y pendientes de todo, porque las organizaciones se componen de una serie de eslabones unidos, que solos o aislados no pueden ofrecer nada. Y así como un éxito puede conducir a otro, un error, sin análisis y sin aprender de él, lleva a otro, y a otro, y a otro.

Razón tuvo Peter Drucker al afirmar que el marketing y la innovación son la base de las operaciones de todas las organizaciones. Y la American Marketing Association al recordar que el mercadeo es una función organizacional para crear, suministrar, comunicar e intercambiar ofertas de valor para generar y mantener relaciones con todas las partes involucradas, de manera que se obtengan beneficios para todos.

Es preocupante observar la rigidez, la inflexibilidad o terquedad, la ceguera y tantas “enfermedades” en las organizaciones que no entienden ni aprecian los cambios que en todo se han dado, se siguen dando y se darán, siendo eso, el cambio, constante universal que no para.

También se concluye de lo explicado por Keough, que existen ejecutivos que por su aislamiento del mundo exterior, encerrados en las llamadas “torres de marfil”, pierden contacto con los mercados, internos y externos, originándose como consecuencia lógica, errores administrativos; “la oficina es el mejor lugar para perder la visión del mundo”, dijo John le Carré.

En la dirección e implementación de actividades de las ciencias lógicas, no absolutas, trabajar sin pasión, apenas cumpliendo, se convierte en extremo peligroso. Cada día hay más variables que intervienen en la práctica mercadológica y en todo. Además, lo que estorba, trámites y personas, debe evitarse, y hay que hablar claro y sin temores. Los diez mandamientos para fracasar son pues: 1.Evitar riesgos, 2. Ser inflexible, 3. Aislarse y encerrarse, 4. Asumir infalibilidad, 5. Actuar al filo de la navaja, 6. No sacar tiempo para pensar, 7. Depositar toda la confianza en externos, 8. Impulsar fervientemente la burocracia, 9. Elaborar mensajes confusos, y 10. Temerle al futuro.

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