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Analistas 21/05/2022

Sobre marketing político

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

Cuando está por concluir la triste contienda electoral por los ataques y acusaciones de algunos candidatos, que algunos califican como hechos de la democracia, puede concluirse algunos aspectos desde una visión del marketing, tanto del político como del electoral, sobre lo que hemos tratado en anteriores oportunidades.

El mercadeo político se refiere a la formación de seguidores de filosofías y programas que son la base de actividades de un determinado partido, no de personas. Ellas son los líderes, legitimadores, “imanes”, ejemplo, etc., pero se apoyan candidatos, muchas veces sin conocer siquiera las propuestas, sin conocimiento claro de lo que son los partidos, lo que significan y sus programas porque no se ha hecho mercadeo político, lo que significa que no se ha “formado” a la gente en lo que es la política y lo que implica para el desarrollo del país.

Consecuencia de ello son la apatía y la que podría llamarse “deslealtad” del cliente; por eso se aprecia cómo muchos “se pasan” de un partido o movimiento a otro. Si existiera un verdadero marketing político, existiría fidelización, lealtad, y eso no se ve en muchos.

Tampoco se ha generado una consciencia de lo que es y significa el voto; no se aprecia una imagen positiva de los políticos, porque lo que se publica es más malo que bueno, la mayoría de las promesas se quedan en eso, promesas y mucho más, que cada día hace que se aumente la ausencia del marketing formador de las acciones políticas y sus protagonistas, y se note apatía y desgano, siendo triste ver cómo la proporción de aumento de la población no se siente en la cantidad de votos en las urnas.

El mercadeo electoral es el que se hace para generar en la gente un comportamiento que se refleje el día de las elecciones, de manera que la gente vote. El ejercicio del sufragio no se nota con fuerza, y, por el contrario, siguen siendo muchos quienes manifiestan desgano para hacerlo. Las incomodidades, la desinformación, la falta de claridad y orientación, las opiniones negativas, etc., siguen siendo muy notorias, lo que hace que a muchos les dé pereza votar. No se ha hecho un adecuado marketing electoral y menos en esta ocasión.

La gran conclusión es que no hay un mercado educado para la política ni se conocen con claridad los deberes y derechos de los electores, siendo consecuencia de lo anterior lo que triste y lamentablemente estamos viviendo ad portas de la elección del próximo presidente, y desde cuando se dieron a conocer resultados de las elecciones parlamentarias: demandas por desconfianza, manifestaciones, con y sin violencia, frases desobligantes, generación de dudas por comentarios mal intencionados, etc., que no son otra cosa que una demostración clara de que el mercadeo político ha brillado y sigue brillando, por estar ausente en nuestro país.

Los llamados políticos “tradicionales” y los pocos nuevos deberán iniciar actividades de marketing político, para que de manera real se pueda apreciar lo que llaman madurez política, y las acciones que se ejecutan sean verdaderamente apreciadas, respetadas, y seguidas, y pueda darse una actividad que conduzca al país cada día por senderos de progreso y de unidad, con oposición que sea bien ejercida, argumentando y debatiendo, pero buscando, todos, el bien común y el mejoramiento del nivel de vida de toda la sociedad.

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