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Hay crisis política en la Gran Bretaña. Después de más de tres años como primer ministro, Boris Johnson prepara su salida del número 10 de Downing Street con las credenciales de ser el primer ministro que ha ejercido menor tiempo el cargo en la historia de GB, uno que violó las estrictas normas de confinamiento a las que vieron sometidos los ingleses durante el pico de la pandemia, pero a la vez el gran campeón del Brexit. Sale de su cargo por presión de su partido el PM que adelantó las negociaciones con la Unión europea sobre las reglas que regirán en la relación entre las islas y el continentes. Muchas lecciones que aprender tanto en la forma como se desenvolvieron los hechos como en el mecanismo y debate para elegir su sucesor.
Primero, el proceso de sanción policial y política a un jefe de estado que transgrede las normas. En efecto, después de una investigación de la policía se sancionó al primer ministro por violar la ley al asistir a fiestas en épocas de aislamiento. Johnson se ganó el honor se el primer jefe de gobierno en GB que ha violado la ley. Será que la policía de Colombia será tan independiente que puede iniciar una investigación contra un jefe de estado. Lo cierto es que en nuestro país la policía ni siquiera es capaz de imponer una multa de tránsito a los funcionarios que violan estas normas a diario.
Pero ello no fue suficiente. Boris designó en un alto cargo a un miembro del parlamento que había sido acusado de mal comportamiento sexual y esa fue la gota que rebaso la copa en el campo político. Sus ministros másimportantes Rishi Sunak y Sayid Javid junto con otros funcionarios de menor rango renunciaron propiciando con ello la inevitable caída del estrambótico primer ministro. ¿Será que asistir a una fiesta en épocas de confinamiento y nombrar un funcionario cuestionado provocaría una crisis de gabinete y le costaría el puesto a un jefe de gobierno en nuestra querida Colombia? ¡¡No creo!! De ser así se hubieran caído todos los gobiernos de Colombia.
Habla mucho de la ética que prima en el entorno político de los dos países. Me refiero a temas de fondo no de forma, ya que mientras el país se despeluca por gritos en el parlamento, que también los hay en la Casa de Los Comunes (su parlamento), poco se dice de perdonar a los másgrandes delincuentes.
El proceso de elección del sucesor es diferente pues se trata de un régimen parlamentario donde el jefe del partido mayoritario ocupa el puesto de primer ministro. El partido conservador de Johnson sigue siendo mayoritario y por tanto lo que sucede es que el partido escoge un nuevo líder mediante un sistema de rondas en la que votan los miembros del parlamento hasta llegar a dos finalistas y de estos elige la militancia del partido mediante voto popular. Los finalistas son Rishi Sunak, un millonario de origen indio y Liz Truss, una mujer que ha servido en el ministerio de exteriores y en el ministerio de la mujer. Un partido conservador escogiendo entre un candidato de color y una mujer lo que muestra que estos logros no son de posiciones ideológicas sino de sentido común y vivir en el siglo XXI.
Finalmente, el debate que se ha centrado sobre una discusión que no se ha dado en Colombia. Es aquel de la relación entre incremento de impuestos e inflación. ¿En plena discusión de una reforma tributaria estamos conscientes del impacto de esta sobre la inflación?
Aprender de la cuna de a la democracia.