.
Analistas 29/03/2022

No funciona

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

En medio de esta campaña presidencial la gran discusión es entre la derecha y la izquierda y no es claro qué es lo uno o lo otro cuando se analizan las propuestas de los candidatos. Todos los candidatos de derecha, izquierda y centro coinciden en los diagnósticos e identifican con claridad los principales problemas del país. Cuando intervienen en los diferentes debates, todos claman por la erradicación de la pobreza que tiene a la mitad de la población del país con hambre, igualmente ven la corrupción como otro de los grandes males que aquejan el país y todos por igual resaltan la importancia de mejoras sustanciales en los sistemas educativos y de salud.

El meollo de la cuestión no está en el QUÉ, sino el en el CÓMO y POR QUÉ, ese cómo funciona. Para un candidato, resulta fácil decir que va a lograr mayor equidad, y que buscará que todos vivamos sabroso, como promete Francia Márquez, parodiando la constitución de los Estados Unidos que clama por la búsqueda de la felicidad, pero difícilmente explican de manera clara cómo se logrará que seamos una sociedad más equitativa y que todos seamos más felices. Existen propuestas, sin duda, como aquella de eliminar las EPS para transferir las obligaciones a manos de las secretarías de salud locales, o pasar la obligación de pensiones del esfuerzo ahorrador de las personas al presupuesto nacional, pero estas propuestas no nos dicen por qué esos cambios lograrán los objetivos propuestos.

Es que el grave problema de Colombia es que las cosas no funcionan como deberían. Tenemos instituciones bien diseñadas, excelentes diagnósticos y funcionarios bien capacitados en los diferentes niveles del Estado, pero ello no lleva a que se resuelvan los problemas. Me explico; si el sistema de salud es ineficiente en manos de las EPS, ¿qué nos llevaría a pensar que las secretarías de salud lo harían mejor? Si existen grandes falencias en el sistema de pensiones, ¿qué nos garantiza que poner esta obligación en su totalidad a cargo de presupuesto resultará en mejores mesadas? En un país donde tenemos mejores instituciones que procesos, lo que no necesitamos no es que cambiemos lo existentes sino hacer que lo existente funcione.

El país sufre en términos generales del “Complejo de Adán” que no es otra cosa que aquella manía de pensar que el mundo comienza con un nuevo funcionario o gobierno. Se está en la convicción de que cambiando la institucionalidad se resuelven los problemas. Esta vieja tradición colombiana, que tuvo su época dorada en el gobierno de Lleras Restrepo, que consideró que la solución a los problemas era crear un instituto para cada problema y que acabó en que cada instituto resultó ser un nuevo problema, impone que sea necesario hacer borrón y cuenta nueva.

No es cierto que aboliendo el Inpec y creando nuevas instituciones se resuelvan los problemas carcelarios, como no fue cierto que crear el Ministerio de Ambiente haya dado fin a la tala de bosques o crear el Ministerio de la Igualdad traerá igualdad de genero, ni menos aún que la creación del Ministerio del Deporte resulte en un espacio real para los deportistas, ni cambiándole el uniforme a los policías se resuelven las falencias de esta institución.

Lo que necesitamos es que los esfuerzos de un nuevo gobierno se concentren en que las cosas funcionen. Que los delincuentes sean capturados y procesados, que los presos no se salgan de las cárceles, y que la salud la educación mejoren con lo que tenemos.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA