MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Es cada vez más evidente que Colombia, y el mundo, requieren de acciones concretas para enfrentar el cambio climático. Ante este panorama, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, hizo una advertencia el pasado mes de julio, el cual marcó un hito como el mes más caliente registrado en la historia: “La era del calentamiento global terminó y el planeta está en un punto de ebullición”.
Con el fin de dar respuesta a esta problemática global, en Colombia y, específicamente, desde el sector transporte, hace unos 20 años se han potenciado alternativas que puedan contribuir a mitigar la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI): los biocombustibles. Esta energía líquida renovable es la solución más oportuna y efectiva para una transición energética justa.
Por eso, a propósito del Día Internacional del Biodiésel que se celebró el pasado 10 de agosto, por el aniversario de la creación del primer modelo diésel en Alemania, quiero referirme de manera particular a este energético renovable, que en el caso colombiano se produce a partir del aceite de palma.
En Colombia, actualmente se mezcla 10% de biodiésel en el diésel y se proyecta que, gracias a ellos, este 2023 haya una reducción de 2,1 millones de toneladas equivalentes de emisiones de CO2.Lo anterior, gracias a que el biodiésel emite 83% menos de GEI que el diésel, según el Estudio Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de los biocombustibles en Colombia del Ministerio de Minas y Energía, lo que equivale al carbono que capturan 400.000 hectáreas de bosque. En otras palabras, se trata de un beneficio inmediato para el ambiente, para la salud de las personas y para los transportadores, ya que su uso alarga la vida de los motores y disminuye la frecuencia con la que se realizan los cambios de aceite.
Por otro lado, con la iniciativa voluntaria del Club de Biotanqueo para mejorar la calidad del aire que respiramos, hemos comprobado que los vehículos diésel pueden funcionar con una mezcla de 20% de Biodiésel. Hoy son 1.230 vehículos que se han adherido a esta iniciativa, provenientes de asociaciones de volqueteros y transportadores de carga liviana y pesada en Antioquia, Cundinamarca y Chía. Incrementar iniciativas voluntarias como ésta contribuye a fomentar la conciencia ambiental de los transportadores quienes están comprometidos con la transición hacia combustibles bajos en emisiones de carbono.
Durante el primer semestre del año, se entregaron al sector transporte 103,5 millones de galones de biodiésel, lo que significó un crecimiento de 1,5% respecto del mismo periodo de 2022. Eso, sin contar que el ajuste de los precios a la baja del biodiésel ha contribuido de manera significativa a la reducción de la inflación, además de apalancar empleos formales de la cadena agroindustrial de la palma de aceite
Finalmente y ante la advertencia de la ONU el llamado es uno solo: el cambio climático es una cuestión de todos y hoy, más que nunca, debemos tomar decisiones de fondo para acelerar las transformaciones necesarias hacia la carbono neutralidad.