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Uno de los mayores retos que tiene Colombia es impulsar el crecimiento de su economía. Y para ello se hace necesario incrementar el ahorro doméstico, el cual se transforma en inversión a través de los mercados financieros, tal como lo hacen las fábricas que amplían su capacidad instalada para garantizar su expansión.
Así, las empresas pueden recurrir a dos fuentes de financiación: el mercado de crédito -con préstamos- y el mercado de capitales -con acciones o bonos de deuda-.
En Colombia, el mercado de capitales es muy reducido. Según el Banco Mundial, en 2020, las acciones negociadas en el mercado local representaron 3,7% del PIB, mientras que en Chile fueron 15,6%, en Japón el 125%, en China 215% y en Corea del Sur 315%. Peor aún, en el primer semestre de 2023, el mercado colombiano se redujo a 1,1% del PIB; y para completar, en el país no ha habido una emisión de acciones desde hace más de dos años.
Entidades internacionales califican el desempeño y la profundidad de los mercados de capitales. Morgan Stanley Capital International -Msci-, por ejemplo, los clasifica en tres categorías: Mercados Desarrollados, como Estados Unidos, Alemania y Japón; Mercados Emergentes, como Colombia, Brasil y Chile, y Mercados Frontera, como Vietnam y Bangladesh.
La calificación de Msci depende de tres criterios: el desarrollo económico, el tamaño de la capitalización y la liquidez de los emisores, y la accesibilidad al mercado por inversionistas internacionales, que se refiere al acceso a información en inglés y la facilidad de movilizar recursos.
Si en Colombia continúa la reducción del mercado de capitales, es posible que se inicie una revisión para bajar la calificación de mercado. Este eventual cambio de clasificación -proceso que puede tomar años- haría que los inversionistas internacionales reduzcan sus inversiones en el país, lo que impactaría negativamente el precio de las acciones, generaría menor liquidez, limitaría aún más que el ahorro sea convertido en inversión y generaría un menor crecimiento de la economía.
Por lo anterior, es imprescindible fomentar el mercado de capitales. Desde la Superintendencia Financiera de Colombia -SFC- se vienen adelantando acciones en tal sentido. En primer lugar, se creó el Grupo de Promoción y Desarrollo del Mercado de Capitales, cuyo objetivo es educar y acompañar a potenciales emisores, así como explorar, junto a actores del mercado y entidades no vigiladas, las barreras regulatorias y el acceso a nuevas tecnologías. En segundo término, está revisando sus normas para eliminar aquellas que limiten el desarrollo del mercado. Y tercero, desde septiembre viene realizando mesas de trabajo con la Bolsa de Valores de Colombia, gremios como Asobancaria, Asofiduciarias, Asofondos y algunos emisores con el fin de trazar una hoja de ruta conjunta donde los sectores público y privado promovamos el mercado.
Sin el desarrollo de los mercados financieros no es posible el desarrollo económico, pues no hay mejor manera de promover e intermediar eficientemente el ahorro y la inversión. Y sin desarrollo económico no hay forma de generar empleo para superar la pobreza y vulnerabilidad que afecta a 70% de la población colombiana.