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Cuando hablamos del mundo de las redes sociales, instantáneamente pensamos en Facebook, Instagram y Twitter. Los más jóvenes, seguramente en TikTok --¡ojo papás con esta red!--. Y sí, puede que estas sean las más populares, pero la gran red social, la verdadera red de redes es LinkedIn.
Es probable que quienes lean esta columna sepan qué es LinkedIn. De hecho, seguramente tienen montado un perfil ahí. No obstante, muchos ignoran la importancia de tener un plan de trabajo claro para obtener grandes beneficios, no solamente en lo que respecta a ofertas laborales, sino a la consecución de potenciales negocios.
LinkedIn no es una red social muy conocida en Colombia. Según datos no oficiales, de los 575 millones de usuarios que tiene en total, nuestro país aporta alrededor de seis millones. No es una cifra menor, pero sí insignificante, si se compara con los más de 30 millones de usuarios de Facebook o los más de 15 millones de Instagram. Claro que casi duplica a los usuarios de de Twitter.
El primer error que cometen muchos es subir el mínimo de información posible; el segundo es que se quedan a esperar a ser contactados; el tercero es que apenas comparten material y son poco dados a la interacción; el cuarto es ignorar la existencia de las comunidades y el quinto es no verle el gran valor a la suscripción de uno de los cuatro paquetes que ofrece la plataforma.
Más allá de conectarse con colegas del pasado o excompañeros de universidad, que también sirve para eso, el verdadero poder que tiene LinkedIn es en la generación de oportunidades de negocio, en la investigación de mercado y en una red de contactos globales. Pero, se preguntará usted, ¿cómo se le puede sacar el máximo jugo posible a LinkedIn?
En primer lugar, aumentar su participación. Menos Instagram, más LinkedIn. Expertos en esta red social, como el director de marketing digital de la Universidad de Cornell, señala que un buen hábito debería ser el dedicarle 30 minutos diarios a navegarla, pero sobre todo enfocándose en un solo objetivo: expandir red de contactos, intercambiando estudios o documentos, promocionando su emprendimiento o compartiendo artículos.
En segundo lugar, dedíquele una semana a alimentar cada detalle de su perfil, bien sea el personal o el de su compañía. Hay muchos espacios por rellenar y cada uno de estos es muy importante. Es, al fin y al cabo, su carta de presentación. Cuanto más empeño le haya puesto, más lo van a notar quienes visiten su perfil. En promedio, un perfil bien armado genera 75% más de interacción que un mal perfil.
No menos importante es el uso de palabras y frases clave. Sea bien estratégico y piense qué palabras pondría usted en un buscador para que le apareciera de primeras un perfil como el suyo o el de su compañía. A esto solo se llega cuando haya definido muy bien cuál es su estrategia y la audiencia la que le quiere llegar. Esto no consiste en sobrevenderse, sino en entender la naturaleza de cómo funcionan los buscadores.
Construya un grupo para crear una comunidad. Por ejemplo, si su negocio es de comida saludable, un grupo es la mejor manera de comenzar a aglutinar una audiencia que claramente está interesada en el material que se publique.
Corta se queda esta columna en explicar el valor de LinkedIn, pero no la trate como a las demás. Esta es única y especial. Estúdiela.