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PROGRAMA: COMMENT LR
ANALISTAS 15/06/2024

El Estado Maldito

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

Las finanzas públicas entraron en un estado de falla estructural en el que un nuevo endeudamiento solo profundizará el problema de déficit, aplazando las medidas de corrección que necesita la economía.

El problema va más allá del efecto de Laffer, que explica que a un mayor nivel de impuestos los recaudos caen porque reducen el gasto y el ahorro, desestimulan la actividad económica e incentivan la evasión. El problema en que ha caído la economía es que el Estado vía impuestos ha hecho inviable la inversión y la creación de empresas.

En el libro ‘Driving Complexity in Economic Development, The Role of Institutions, Entrepreneurship, and Innovation’, (https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-031-34386-5#about-this-book), en el capítulo ‘Taxes and Economic Growth: The role of the Central Government’ se explica y se muestra empíricamente como el nivel de impuestos afecta la tasa de inversión y la creación de empresas en una economía. Un alto nivel de impuestos hace inviable la economía.

Esto fue lo que progresivamente se fue haciendo en el país y es lo que explica en buena parte el estancamiento de Colombia y Latinoamérica en los últimos 70 años. La dinámica de nuevas inversiones y creación de empresas es lo que configura en las cuentas nacionales la Formación Bruta de Capital. Países con altas tasas de crecimiento tienen asociados niveles de inversión de más de 30% del PIB de manera persistente durante largos periodos. Esa dinámica termina determinando la productividad total de los factores por el efecto en el numerador de la ecuación, es decir, aumentando el valor del producto obtenido. Esto se evidencia en el indicador de complejidad económica (ECI).

Colombia ha reducido su ECI, ha desaprendido en lugar de mejorar, su Productividad total de los factores (PTF) acumulada en las dos últimas décadas es negativa, y no ha podido reinventarse e insertarse en las dinámicas globales de crecimiento y superación de la pobreza. Es víctima de haber configurado un Estado saqueador que imposibilita su propio crecimiento y transformación. El resultado es un país con 60% de informalidad y la migración de 8 millones de colombianos en los últimos 50 años.

Países y ciudades han sido víctimas de este fenómeno de Estado Maldito. El estancamiento por décadas de la Europa Central, la depresión en que se sumió Detroit o la caída del crecimiento de Cataluña están asociadas a altos niveles impositivos que además están acompañados de marcos regulatorios inadecuados.

El actual gobierno pretendía llevar el nivel de gasto público a 25,2%. De 2007 a 2019 estuvo en 18,6%. Para 2023 fue de 24,4%. El servicio de interés a la deuda es 4,4% que se agravaría con un nuevo endeudamiento.

La solución pasa por un rediseño completo del Estado. Los subsidios se deben trasformar en incentivos a la formalización y tener un objetivo y periodo de aplicación. El aparato de regulación se debe rediseñar para facilitar el emprendimiento. Los impuestos a las empresas deben bajar de los niveles de 70% de contribuciones efectivas a niveles de 30%. Las riquezas en cobre, oro, gas, y petróleo deben convertirse en un fondo soberano desde el cual reestructuremos deuda y configuremos un fondo de inversión para el desarrollo. Esto no lo hará este gobierno que está atrapado en la trampa del Estado Maldito.

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