El Gobierno está trabado

No se puede decir otra cosa luego de estudiar el discurso de Petro en la Plaza de Bolívar para celebrar la aprobación y firma de la reforma a las pensiones. Comenzó afirmando que tiene un don divino de decir discursos que traen la verdad al pueblo.

Luego sostuvo que la Selección Colombia de Fútbol es una forma de primera línea, y más adelante hizo el repaso de todos los odios: la matanza de las bananeras; las reformas frustradas de López Pumarejo y Jorge Eliécer Gaitán, que ahora él encarna, y de todos los movimientos subversivos del mundo. Incluso, se equipara con Mandela, a quien dice conoció de guerrillero en campamentos de entrenamiento en el Sahara. Todo dirigido a llamar a los jóvenes y a los viejos a una nueva movilización popular.

Esto ocurre en medio del pavoroso escándalo de corrupción de los ministros y congresistas con la Ungrd para asegurar la aprobación de leyes y cupos de endeudamiento requeridos por el Gobierno.
Este Gobierno pasa de proponer referendo constituyente a poder constituyente, a acuerdo nacional, a fast-track y de allí nuevamente a una constituyente y más recientemente a la movilización desde las universidades para el cambio.

Los posibles contenidos para uno u otra cambian y sin que haya claridad sobre la justificación de las propuestas. Todos son “trabas” desde el Gobierno, incluyendo las de sus activistas que se ufanan de ser consumidores de sicoactivos.

El Gobierno no sale de enredos de quinta, desde videos del Presidente con acompañantes y manifestaciones de consumo de droga por parte de funcionarios. El Ministro de Educación pide que no lo estigmaticen por consumir bazuco. Congresistas del Pacto anuncian su estatus de consumidores habituales. Mucho más grave fue la carta de María Jimena Duzán implorando a Petro que le confesara al país su adicción y que este sabría entender los errores humanos y los caminos de recuperación.
La libertad personal es fundamental, los ciudadanos pueden hacer lo que dispongan, respetando siempre no afectar al resto de la sociedad.

Es por esto último, el respeto de los deberes con la sociedad, que los servidores del Estado están obligados a un comportamiento diferente. Si van a desempeñar responsabilidades públicas no pueden estar bajo los efectos de sustancias sicoactivas.

Los trabajadores colombianos tienen la responsabilidad de atender sus labores en plenitud de sus facultades. El decreto 1108 de 1994 estableció: “Aquellas personas cuya actividad implica un riesgo para los demás o que son de responsabilidad respecto de terceros no podrán usar o consumir estupefacientes o sustancias psicotrópicas durante el desarrollo de su actividad”.

El Concepto 160909 de junio de 2008 del Ministerio de la Protección Social establece que empleador puede realizar pruebas de alcohol y drogas a sus trabajadores. Los colombianos saben que al buscar un trabajo les harán pruebas de consumo de drogas y alcohol. Saben también muchos trabajadores que les harán pruebas habituales para asegurar que en el desempeño de sus labores no peligren ni su integridad personal, ni la de sus compañeros de trabajo, ni de la ciudadanía.

¿Por qué entonces tenemos los colombianos que estar expuestos a los riesgos derivados de decisiones de funcionarios que consumen drogas?