El inepto es Petro

La forma elegante de decirle inepto a Petro, que encontró Alejandro Gaviria fue llamar “Pasión por lo imposible” a los delirios y los absurdos que han marcado la confusa agenda del presidente. Y es que sus “Imposibles” no derivan de lo ambiciosas o futuristas de sus propuestas, es porque simplemente son absurdas (en lógica matemática es aquello que carece de fundamento), o son delirios (lo que se cree con una profunda convicción a pesar de que la evidencia demuestra lo contrario), y ante cualquier aproximación técnica y sensata que se haga de esas propuestas, simplemente son inviables o dañinas.

Un ejemplo concreto. Tomemos como base la propuesta de convertir en abono las hojas de coca como solución al problema de los cultivos ilícitos. En la agricultura se convierten las biomasas en material de abono orgánico, las hojas de coca no tienen diferencias con las demás biomasas. El abono que se obtenga será igual a los miles de toneladas que ya se obtienen de los reprocesos de todos los demás cultivos. Luego, ni hay producto diferenciado, ni valor económico que se pueda pagar.

Un absurdo grave es la pretensión de los 3.000.000 de hectáreas que solo lleva un cuestionable 1% de ejecución, pues las 30.000 hectáreas anunciadas parecen no tener los soportes ciertos. El asunto es que la tierra solo representa entre 10% y 30% de la inversión requerida en los proyectos productivos, y estos dependen fundamentalmente para su viabilidad del encadenamiento comercial y del paquete de asistencia técnica. Entregar simplemente tierra no solo es ineficaz sino un acto de condena a la pobreza a esos tenedores.
El delirio ideológico que acompaña la reforma a la salud condujo al gobierno a la propuesta absurda de acabar con un sistema que genera enormes impactos sociales positivos y que tiene indicadores de primer nivel mundial. Este empeño le generó la ruptura de la coalición, la crisis ministerial, y la caída en la aceptación y la confianza de los ciudadanos.

No entiende el gobierno que es un absurdo una reforma laboral que no atiende los dos grandes problemas estructurales en la economía colombiana: la informalidad y el desempleo. Insiste Petro en sus monólogos que es para mejorar los ingresos de los empleados y que eso tendrá un efecto de derrame en la economía.

Absurda la reforma a los servicios públicos en que pretende hacer públicas a las empresas. No hay presupuesto para comprar las compañías generadoras y distribuidoras de energía luego de haber logrado un marco en el que la sociedad ha realizado las inversiones necesarias y manejado adecuadamente las empresas. Absurda la visión ambiental que busca declarar zonas de reserva temporal de manera arbitraria por encima de las necesidades y posibilidades que tienen los pobladores de las regiones del país de construir desarrollo mediante el aprovechamiento de sus recursos.

Petro está sacando ministros por incompetentes. En equilibrio de juicio, debe pensar en que es la consecuencia de sus malas decisiones en los nombramientos y la expresión de su propia incompetencia. Importante que haga una revisión autocrítica y vaya estableciendo si está capacitado para el cargo. El país a pesar del Gobierno sigue en marcha, hay mas país que Presidente.