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ANALISTAS 07/12/2024

El perfecto depravado latinoamericano

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

Vargas Llosa publicó en el 2000 ‘La Fiesta del Chivo’, sobre Rafael Trujillo, el siniestro dictador de República Dominicana y quien fue una de las peores expresiones de la depravación de los gobernantes latinoamericanos. García Márquez había hecho lo propio con ‘El otoño del Patriarca’, publicado en 1975 y que describe un personaje complejo, simultáneamente poderoso y patético, cuyo mandato se basa en el miedo, la manipulación y la explotación de su pueblo. Rodeado de aduladores, pero profundamente aislado, atrapado en su soledad y en la desconfianza hacia quienes lo rodean. Un hombre astuto pero ignorante, capaz de cometer atrocidades mientras mantiene una fachada de autoridad divina e inquebrantable. A pesar de su inmenso poder, teme constantemente ser derrocado, lo que lo lleva a cometer actos de paranoia, como la ejecución de colaboradores leales y la perpetua reorganización de sus círculos de poder. Su libro se convirtió en la crónica de la degradación anunciada de Fidel Castro.

El depravado en su definición es una persona que ha perdido el sentido moral y ético, y con ello la rectitud en su comportamiento o pensamiento, lo que implica una corrupción profunda de los valores y una inclinación hacia acciones inmorales, viciosas y perversas.

En términos de un gobernante esto se traduce en ineptitud, corrupción y destrucción de la sociedad. Si buscamos profundizar en sus características arrancaríamos por las principales que describen al “perfecto idiota latinoamericano” según ese libro de Mendoza y otros (1996), serían: Victimización constante: Tiende a culpar a agentes externos, como Estados Unidos, el imperialismo o el capitalismo, por los problemas de la región, sin asumir responsabilidades propias o internas. Romanticismo revolucionario: Idealiza figuras históricas o ideologías, como el comunismo o líderes autoritarios, sin considerar sus efectos negativos o fracasos prácticos. Desconfianza en el libre mercado: Cree firmemente que el Estado debe controlar la economía y desconfía de la iniciativa privada, asociándola con explotación y desigualdad. Simplificación de problemas complejos: Propone soluciones simplistas y populistas a problemas profundos, muchas veces sin bases económicas o políticas sólidas. Rechazo a la modernidad y globalización: Se opone al progreso, a la integración global y a las innovaciones que no se alinean con sus creencias ideológicas.

Un análisis de características de los malos gobiernos en Latinoamérica con IA nos señala las siguientes: Corrupción generalizada; Complicidad con estructuras criminales; Populismo y clientelismo político; Falta de transparencia y rendición de cuentas; Instituciones débiles; Desigualdad social y económica persistente, Autoritarismo o concentración del poder; Políticas económicas ineficaces; Negligencia en seguridad y justicia.

Son 14 características que describen la desgracia de nuestros países y sus gobernantes y bien nos sirven para calificar el nivel de degradación de personajes como Ortega, Amlo, Lula, Chávez, Maduro, los Kirchner, Evo, Correa…. Ninguno queda bien librado en ninguno de estos criterios.

Volviendo a los libros citados inicialmente para recoger algo que no reflejan las características presentadas, es el profundo irrespeto a la mujer, su instrumentalización… ¿somos conscientes los latinoamericanos con cuánta degradación hemos cohonestado? ¿son conscientes los afectos al Pacto Histórico con cuánta degradación están cohonestando? Roy implora que se pare la autodestrucción, es difícil cuando se está podrido por dentro.

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