Ineptos en la cabina de mando

El estrellón del gobierno con Viva debe prendernos todas las alertas sobre la ineptitud de esta administración para entender la magnitud de los problemas y lo que le corresponde hacer para evitar crisis que afectan de manera grave a la ciudadanía. Tanto la Superintendencia de Sociedades como Aerocivil conocían hace meses las dificultades de la empresa y había solicitudes de actuación en curso con estas entidades. No fueron ni oportunas ni efectivas para evitar el funesto impacto que ha tenido la suspensión de vuelos. Esto no exculpa a la empresa y deberá responder por los daños causados, pero el gobierno debe respondernos a los colombianos por no haber hecho las gestiones que le correspondían para evitar este desenlace.

Caos como este tenemos varios en curso debido a la ineptitud de los funcionarios, empezando por el presidente. El caso de la salud ya es una calamidad. Contra todas las advertencias de los equipos técnicos se presenta como ley ordinaria y sin consulta a comunidades, sin viabilidad presupuestal y sin esquema de operación y transición. Propone un esquema que no funciona y muestra que no conoce el sistema actual, pues duplica lo que ya se hace bien y lo que propone como Red Integrada e Integral de Servicios de Salud es equivocado y distinto a lo que ya teníamos definido en la Política de atención integral de Salud (Pais). La reforma adecuada no nos tiene que costar más y además debería promover la eficiencia y la inversión. Ahora toda inversión se ha parado en el sector.

También se paró la inversión en el sector minero energético, responsable del grueso de la inversión extranjera que compensa una parte importante del déficit de cuenta corriente. En el mediano plazo ni tendremos petróleo para exportar ni energía eléctrica para atender la demanda, Esto no lo han podido entender los funcionarios al frente de estas carteras.

El déficit de cuenta corriente impactará la devaluación y esta, al igual que en el periodo 2014-2015 impulsará la inflación. Inevitablemente esto se traducirá en altas tasas de interés lo que genera un freno sistémico en toda la economía. Afectará de manera directa la inversión y la formación de empleo.

El estrellón en el empleo tendrá un costo social profundo. Nuestra economía estructuralmente no genera ni suficientes ni buenos empleos. La crisis sistémica de informalidad la agravarán con la reforma laboral y tributaria, La reforma pensional no le resuelve nada a los menores de 30 años que no consigne empleo formal ni a todos los informales menores de 50 años que seguirán trabajando sin seguridad social.

Por ineptitud o perversión, o ambas, la llamada Paz Total se está convirtiendo en una escalada de violencia y anarquía que está llevando al desespero a las autoridades locales, Alcaldes y Gobernadores, fuerza pública. La sensación de inseguridad de la ciudadanía se manifiesta en todas las encuestas, al igual que la creciente desconfianza en el gobierno.

Progresivamente los factores de gobernabilidad se están erosionando. Se erosionó la coalición en el congreso, deterioró en la relación con aliados claves en los partidos, las cifras económicas se deterioran de manera acelerada. La favorabilidad cae aceleradamente en las encuestas, la convocatoria a la calle fracasa y la oposición marcha masivamente. Bueno recordar que el gobierno de Allende colapsó por la parálisis económica y el desorden social que se produjo en Chile. De que este gobierno va a enterrar a la izquierda no quedan muchas dudas, pero no debemos permitir que también entierre la democracia y las instituciones. Ganar las elecciones de octubre es la tarea de los demócratas.