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El avance de la reforma de la salud nos lleva a un análisis sobre el nivel de sensatez con que afrontamos los asuntos de bienestar social. Cuando se analiza el sistema de salud y sus resultados es evidente que es necesario corregir problemas estructurales, pero sobre las bases de un modelo que ha sido exitoso en inclusión y cobertura. La ley en curso destroza lo construido sin plantear soluciones y, en cambio, introduciendo problemas que están resueltos de una manera ejemplar en el actual modelo.
Se siente cierta vergüenza cuando se trata de explicar a unos pares académicos la situación actual del país y específicamente la del sistema de salud. Los indicadores del sistema resisten cualquier análisis racional de evaluación. Solo un estado de insensatez derivado de una aproximación ideologizada puede explicar lo que se está proponiendo.
¿Está haciendo Petro algo que no hubiera anunciado? ¿Está gobernando distinto a como lo hizo en Bogotá? No, cada una de las acciones de gobierno estaba anunciada desde campaña. Cada una de las reformas había sido expuesta en la campaña y en sus debates. Todos sabían de la pésima alcaldía, de su forma de gestión administrativa, de su estilo de vida y de gobierno. Lo que pretendía hacer con el sistema de salud lo sabíamos desde la campaña. ¿Por qué se votó por él?
La reforma a la salud es el sino de este gobierno. Una maldición de la que no podrá escapar. Por esta se rompieron las coaliciones que había construido, se destrozó el gabinete que representaba un propósito de cambio con consensos. Lo más grave está por venir. El colapso en curso del sistema no se deriva de la reforma que muy posiblemente se caerá en el Senado o en la Corte Constitucional, se deriva de la incapacidad del gobierno de entender y administrar el sistema.
Se está precipitando una aguda crisis financiera y operativa de las EPS y los hospitales por la insuficiencia de la UPC. A las EPS no les está quedando otra opción que abandonar la actividad. El gobierno no ha entendido que las EPS son las operadoras del sistema; no es cuestión de cambiar de pagador para el Adres cuando esto, de hecho, ya se hace.
La función real y compleja de las EPS es la de gestionar los pacientes y articularles una red de atención, asumiendo el costo de esta. La transición de un paciente a una red actual a una nueva red tarda meses en los cuales se generan múltiples y severos problemas, incluso la muerte de pacientes en tratamientos vitales.
En un estudio publicado en la Serie Documentos de Trabajo de la Universidad del Rosario, en noviembre 2023, titulado “The Role of Hospital Networks in Individual Mortality, de Buitrago y otros”, se hace el análisis de las implicaciones que tuvo la transición de SaludCoop. Explica que este es un “cuasiexperimento” que nos permite analizar las implicaciones de estos cambios. Señalan que “encontraron que la mortalidad individual aumenta en casi un 25 por ciento” al cambiar de red y se eleva a 50% cuando se cambia de red y de EPS.
El gobierno irresponsable e indolentemente está poniendo en riesgo la vida de miles de colombianos.
