La banca le da la vuelta al bobo

El Pacto por el Crédito que suscribieron el gobierno y la banca parece ser una excelente “gestión del riesgo” realizada por quienes tienen para realizar esa función las entidades financieras del país: Asobancaria. Logra evitar una ley de inversiones forzosas que amenazaba crear pánico entre los ahorradores, pero también le hizo el favor al gobierno de darle una salida elegante a la nueva embarrada en que se estaba metiendo.
El arreglo no cambia en nada los procedimientos bancarios normales, señala el Presidente de Asobancaria en una entrevista: “En primer lugar, hay que señalar que los recursos que los colombianos han depositado en las entidades seguirán siendo salvaguardados por el sistema financiero. Esto implica, y así se acordó con el Gobierno, que los créditos se otorgarán bajo condiciones de mercado, respetando la regulación vigente y preservando la estabilidad financiera (...) Las entidades continuarán realizando sus estudios de crédito para analizar el riesgo de los posibles tomadores de crédito, lo que permitirá mitigar la probabilidad de vencimiento o incumplimiento de los créditos”.
¿En qué consiste el Pacto entonces? El sector financiero pondrá $55 billones más en créditos para impulsar esos renglones claves de la economía. Esto no es nada nuevo. Los bancos pueden prestar hasta cumplir con su margen de solvencia que es de 9%. Hoy el margen de solvencia real es de 12,98% es decir que tienen 3,98 puntos de capacidad de préstamo, calculados sobre el activo productivo (la cartera), que está en $694 billones. Es decir, los bancos tienen $28 billones disponibles, y a eso se debe sumar la rotación de créditos normales que en el primer semestre fueron $60 billones. En el periodo normal del Pacto, los bancos deberán prestar $180 billones para mantener su nivel de operación en términos constantes. Las cifras se pueden ver en detalle en el vínculo https://www.superfinanciera.gov.co/powerbi/reportes/531/
Le preguntan al presidente de Asobancaria es: ¿cree que habrá la demanda suficiente desde el sector productivo? Nos cuenta que el Departamento de Planeación Nacional (DNP) liderará unas mesas. Así no funciona la cosa. Uno pide prestado si tiene un proyecto que cree viable y el banco le presta si le cree y uno le da las garantías. Lo demás ya quedó claro que no tendrá procedimientos especiales ni mucho menos compromisos vinculantes. Es decir, es un acuerdo vacío, una vuelta al bobo. Útil para todos, eso sí.
El gobierno se ahorró enfrentar una enorme discusión pública en medio de una creciente impopularidad y la ira general de que un gobierno plagado de corrupción este tramitando una ley que le permite disponer de dineros entregados por los bancos a canales estatales que asignarán créditos. Eso sería una máquina de impopularidad y desgaste fatal para Petro. Los bancos se ahorraron el riesgo de un pánico de los ahorradores retirando sus dineros y poniendo en una situación de caos el sistema.
La ignorancia profunda de Petro en temas monetarios no terminó allí. Propuso que se hiciera una emisión de dinero con la posible loable destinación de entregar recursos a las víctimas del conflicto. Toda emisión es un despojo de la capacidad adquisitiva, especialmente de los más pobres que solo tienen efectivo.