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Analistas 02/11/2024

La renuncia blanda de Petro

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

Petro no solucionó los paros, renunció a gobernar. El paro de los camioneros se levantó pues Petro desistió de hacer el ajuste al Acpm. El paro minero se levanta porque se desiste de intervenir la maquinaria que está contaminando con mercurio y devastando los ríos, las llanuras aluviales y las fuentes de agua en el proceso extractivo de las minas de socavón. El paro de los campesinos pues se compromete a no aplicar la delimitación de áreas de reserva.

Uno a uno, los planes y compromisos de gobierno de Petro son archivados o pospuestos por él, por su equipo, o la realidad misma del país lo hacen enfrentar la inviabilidad y el absurdo de las propuestas del Pacto Histórico.

Muchos asuntos implican graves consecuencias para el país. El ajuste del precio del Acpm es imperativo, el costo que se asume hasta agosto del 2026 será de al menos $32 billones según cifras del propio ministro de Hacienda. La política de combustibles debe ser revisada integralmente pues las cargas impositivas y las ineficiencias de Ecopetrol asumidas con la tarifa de pago al productor las estamos asumiendo con un costo alto para la competitividad del país tanto en el transporte como en el efecto cruzado que tiene con la formación del precio de bolsa de la energía eléctrica.

El levantamiento del Paro Minero se da porque Petro renuncia a controlar la minería ilegal que está devastando el medio ambiente y está sumiendo al país en una pérdida del control territorial a manos de organizaciones criminales. Esto en medio de la Cumbre de la Biodiversidad, qué vergüenza y qué hipocresía.

El levantamiento del paro campesino se da pues también renuncia a uno de sus caprichos mayores de él y de su ministra Muhamad con la determinación de zonas de reserva ambiental que no es otra cosa que la intervención discrecional del uso del territorio que afecta la vida de los campesinos y el uso del territorio por toda la sociedad.

La debilidad e incapacidad de este gobierno nos dejará múltiples crisis en curso. No se están tomando las decisiones pertinentes para evitar una insuficiencia eléctrica y toda solución tomará años en hacerse efectiva. La falla financiera del sistema de salud sigue sin ser entendida y dimensionada por el gobierno. Las muertes y sufrimiento de las familias no se resuelven y el déficit actual de $12 billones continuará escalando sus efectos. La insensatez para manejar la transición energética ya nos tiene en dificultades con el gas, tiene en problemas a Ecopetrol y generará un colapso en las comunidades que dependen de la exportación de carbón.

Este gobierno está acumulando no solo estos problemas sino la carga de la inoperancia administrativa, la proclividad a la corrupción y la falta de una ética de trabajo en que se respete a los subalternos. Tendremos por delante muchos más escándalos de maltrato, acoso sexual y corrupción. Petro tiene un espejo y fue como terminaron las administraciones de los alcaldes de izquierda anteriores. Daniel Quintero en Medellín terminó renunciando y con niveles históricos de rechazo. Su candidato solo alcanzó 11% de los votos y al concejo los opositores obtuvieron cuatro de cada cinco escaños. En Cali ni siquiera pudo consolidar una candidatura del Pacto Histórico. En Bogotá Gustavo Bolívar quedó de tercero. Los congresistas deberían tomar nota si no quieren ser víctimas de un castigo en las urnas.

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