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La situación de pobreza en algún porcentaje de la población persiste aun en los países con mayor nivel de vida. En la Ocde fluctúan entre 6% de Dinamarca, 9% de Suecia y 15% en Estados Unidos (1). En Latinoamérica las cifras son más críticas, están entre 10,1% en Chile, 42% en México, Colombia y Argentina y 60% en Guatemala. Estos indicadores establecen el porcentaje de población bajo la línea de pobreza para cada país (2).
El libro “La pobreza en América”, de Matthew Desmond ha puesto el tema nuevamente en discusión con un agresivo señalamiento: “¿Por qué muchos americanos son pobres? Porque muchos ricos se benefician de ello”. Y sugiere que invertir en buenos servicios públicos y sistemas de salud y educación serían más efectivos que las trasferencias asistenciales. (3)
La aproximación de la pobreza como carencias tiene atrapada la discusión global y nos lleva a los caminos cerrados de Desmond y Duflo con su asistencialismo estructurado, o de Estearly con su escepticismo sistemático en la ayuda internacional o de la ineficacia general con las trasferencias de pobreza en Latinoamérica. Un camino que nos abre horizontes es entender la pobreza como una situación de incapacidades sociales e individuales que hay que resolver.
Un primer ejercicio es tratar de establecer los determinantes de la pobreza, un ejercicio sobre un panel de países que indica lo contrario a lo que señala Desmond, en los países en los que se tiene más ricos, específicamente más empresarios, hay menos pobreza (4. Gomez, D., Aparicio, S., and Urbano, D. 2023. Understating (under) development through inequality and poverty: A principal component analysis. in: Driving complexity in Economic Development: Institutions, Entrepreneurship and Innovation. Forcoming. Springer).
Otro ejercicio de panel con las ciudades colombianas muestra algo similar, las ciudades con mayor número de emprendedores tienen menos pobreza. Los determinantes claves terminan siendo las posibilidades de empleo productivo, los niveles de formación y el capital humano y social. Por otra parte, también con un ejercicio de análisis de cambio en los niveles de pobreza, se indica que el crecimiento económico es el factor fundamental en la reducción de la pobreza. La dinámica que expresa es la generación de empresas y con ella la creación de empleos. Las personas con un buen empleo ni están en la pobreza ni demandan trasferencias asistenciales de los estados.
Una mirada más profunda de las raíces de la pobreza está en un ejercicio integrado de analítica de datos y estudio cualitativo. En este se toma la microdata de las encuestas de hogares y se generan tipologías (clústeres). Los grupos en pobreza son en una buena parte familias con cabeza de hogar mujer con bajo nivel de formación y que tienen una ocupación informal y ocasional. Los denominadores comunes son la informalidad y los bajos niveles de formación. Las Historias de Vida del trabajo cualitativo sobre estas tipologías muestran como el embarazo temprano desencadena en una dinámica de trampa de pobreza y trabajo infantil (5. Gomez,D., Vélez, J., Martínez-Moya, D., Giraldo, J., y López, J. 2023. Empresarismo y cohesión social: el reto de superación de la pobreza y la construcción de inclusión social en Colombia. Próximo a publicar).
Para superar la pobreza la tarea es construir sociedad, formar empresas y crear empleo de inclusión social capaz de arrancar de la pobreza a las familias con limitaciones para generar bienestar. El estado latinoamericano se convirtió en un generador y perpetuador de pobreza que a la vez realimenta sus esquemas de corrupción de la misma pobreza. Jorge Bergoglio señala:
