ANALISTAS 01/02/2025

Tarea para el 26: nuevo sistema de salud

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

El colapso provocado del actual sistema de salud está en un punto de no retorno. La decisión de la Corte Constitucional sobre la UPC es trascendental pero tardía. El faltante acumulado a julio del 26 llegaría al menos a $30 billones, calculados con base en la metodología de los expertos que solicitaron a la Corte el reajuste, y el gobierno no tiene como cubrir un faltante.

Esos billones no asignados por el gobierno a la salud vía UPC y presupuestos máximos, se traducen en una parte en servicios no prestados y medicamentos no entregados. Otra parte, la mayor, se convierte en cuentas por cobrar de las IPS y los laboratorios a las EPS que no tienen cómo pagar. Finalmente, otra víctima es el personal de salud que quedará con honorarios pendientes de pago, reducción de salarios y pérdidas de empleo. Solo hay presupuesto para 85% de lo requerido, lo otro serán pérdidas asumidas por todos.

Es una bancarrota sistémica y ya irreversible. El gobierno no tiene recursos ni capacidades para solucionar el problema creado por él y que se salió de sus manos. Se gastó la plata en otras cosas y su propuesta de reforma agudiza los problemas, además de que no es aplicable en el corto plazo. Se suma que ya tiene bajo su responsabilidad 28 millones de afiliados en las EPS intervenidas, mal manejadas y con denuncias de corrupción, y en el curso de unos meses hará tránsito a casi la totalidad del sistema.

Para el 26 hay que construir un nuevo sistema partiendo de lo aprendido y sobre las bases estructurales de todo lo bueno que sí construimos en los pasados 30 años. Lo primero es que tenemos una infraestructura capaz: personal de salud, hospitales, laboratorios, universidades. Esta sigue allí y se debe fortalecer con la formación de redes integrales de atención, tanto en ciudades como en regiones apartadas.

Lo segundo: el modelo de aseguramiento fue un esquema fundamental para generar equidad e inclusión. Hay que perfeccionarlo. Se requiere fijar técnicamente la prima de aseguramiento para un plan explícito que dé firmeza a todo el sistema. Se debe además acompañar de un marco institucional que haga su fijación independiente de gobiernos irresponsables. Se requiere de aseguradoras capaces de gestionar el riesgo y deberán estar respaldadas por redes integradas de prestación de servicios que asuman el riesgo técnico de la prestación con contratos integrales de población.

Lo tercero es la misma concepción del derecho a la salud. Uno de los problemas que debilitó el sistema es pretender trasladar la atención de un derecho ilimitado, responsabilidad del estado, a los aseguradores privados. A eso, se suma el abuso de la misma población vía tutelas. Lo no cubierto en un plan explícito debe quedar en cabeza de un ente gubernamental. Todo seguro tiene asociado el riesgo de corrupción del usuario y del manejador de la caja derivada de la póliza. EPS corruptas, usuarios y prestadores abusivos y marcos institucionales incompletos acabaron con el actual sistema.

Las propuestas para un nuevo sistema de salud, de los expertos que solicitaron a la Corte su intervención, se encuentra en: el libro “La Transformación Necesaria.” https://www.fundacionecsim.org/publicaciones/#; publicaciones de Jairo H Restrepo, Ges-udea https://gesudea.co/; Investigación de Jesus Botero, https://investiga.banrep.gov.co/es/espe/106, y el libro de Ramón A. Castaño, “Reforma a la Salud:Si o No”, https://www.buscalibre.com.co/.