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En una interesante entrevista para la revista Semana, el ministro de Hacienda enfatizó que la alta inflación de 2021 (5,6%) fue de origen importado, puesto que los precios de los servicios no han subido mayor cosa. El único factor de origen interno que, a su juicio, contribuyó a la inflación fueron los bloqueos durante las semanas del estallido social.
El ministro habría sido más cuidadoso si hubiera visto lo que está pasando con los precios al productor (que no incluyen servicios). La inflación de los precios al productor en 2021 fue un escalofriante 26,6%. En este siglo no habíamos visto una cifra como esta. Cierto, los productos de origen importado aumentaron 16,8%, pero los producidos en el país para el mercado nacional se encarecieron 19,6% (los que más aumentaron fueron los exportados, que no influyen directamente en los precios al consumidor).
Es cierto que los productos agrícolas subieron mucho de precio en abril y mayo, cuando ocurrieron los bloqueos, pero esas alzas se corrigieron en los meses siguientes, de modo que no tuvieron mayor efecto en la inflación del año completo.
Más preocupante es lo que ha ocurrido en los últimos meses, puesto que las alzas de han acelerado: los precios de los productos para el mercado nacional pasaron de crecer 0,8% por mes entre julio y septiembre, a 1,6% por mes entre octubre y diciembre. ¡Por mes! En tanto, los precios de los importados han seguido creciendo cerca de 1% por mes.
Estamos en presencia de un fenómeno inédito en por lo menos dos décadas, que ha tomado por sorpresa al Banco de la República, y que el ministro de Hacienda está ocultando, quizás sin darse cuenta. La tasa de interés de intervención ha aumentado apenas de un mínimo de 1,75% durante la pandemia a 3% a partir del 20 de diciembre. Con una inflación cercana a 6%, eso significa una política monetaria muy expansiva, reforzando el efecto inflacionario de un enorme déficit fiscal: 7,6% en 2021, que se corregirá muy poco en 2022.
Puesto que estamos en los últimos meses de un gobierno dispuesto a jugársela por la continuidad de la derecha en el poder, debemos estar alerta. En la próxima reunión de la Junta del Banco de la República, el 28 de enero, sus miembros tendrán la oportunidad de demostrarle al país si son verdaderamente independientes, a pesar de haber sido nombrados por el actual gobierno.