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Durante el exitoso Congreso de Naturgas en Barranquilla se insistió en dos temas: la descarbonización efectiva de la economía y el suministro garantizado de gas. Se requieren políticas púbicas para tener resultados efectivos.
Colombia genera 18,8 GW de energía resultado de un proceso exitoso. Ahora tenemos que concentrarnos en optimizar el consumo y garantizar una generación energética neutra que no contamine el ambiente.
Las conclusiones del congreso fueron: seguridad energética y transición hacia energías más limpias y menos destructivas, siempre garantizando su seguridad y cobertura.
El cambio es en todo sentido, ahora existen, por primera vez, cuadrillas de redes de mujeres. También hay una actitud y lenguaje más proactivo en el manejo de proyectos energéticos y su relación con comunidades vecinas, sin problemas de orden público.
Europa tiene más de 2 millones de kilómetros de redes de gas, solo Italia tiene 300.000 kilómetros, pero importa 90% del recurso a costos elevados.
La gran diferencia con Colombia es que tenemos reservas abundantes que nos garantizan un servicio oportuno con bajas emisiones.
Otro tema tratado fue la ¨movilidad vehicular¨ con nuevas tecnologías energéticas limpias y el desarrollo la mentalidad y el conocimiento para una correcta transición en cada actividad. La meta es llegar a 4.000 nuevos vehículos de transporte público a gas para modernizar el parque automotor con una inversión de $400 mil millones en incentivos.
La movilidad eléctrica surge como lo más novedoso. Hay un experimento en Bogotá de 40 taxis y 1.600 buses eléctricos. El biogás y la biomasa también son aportes nuevos de la ciencia para lograr a la descarbonización. La energía producida sobre la base del hidrógeno tendrá un efecto neutro con cero emisiones. El transporte es lo que más influye en la emisión de CO2, el uso del gas bajará este impacto.
El futuro de la canasta energética es incierto, pero es seguro que el gas jugará un papel fundamental lo mismo que la biomasa. Ese futuro hay que construirlo. Habrá nuevas fuentes de energía como el litio que serán determinantes.
Las políticas públicas deben desarrollar incentivos para agilizar esta transición que incluye peajes más favorables a quienes utilicen nuevas tecnologías y precios especiales para el uso del gas en el transporte. Para crecer y competir, Latinoamérica tiene que usar energías limpias como el gas para contribuir a una transición energética tranquila y segura. Hay que producir más en esta etapa que todavía está permitida su utilización. La transición energética podría limitar su uso. Aprovechar ahora que lo tenemos en abundancia.
El gas natural líquido surge como una solución técnica interesante. También producir energía con desechos orgánicos de aguas residuales por su alto contenido de gases.
Tenemos una histórica oportunidad de incrementar la exploración de nuevas fuentes de gas, pero los más importante es garantizar su disponibilidad y hacer una transición tranquila hacia energías eólica y solar.
Colombia es el mayor caso de éxito a nivel mundial por la total cobertura en el uso de gas a menores costos. Somos ejemplo mundial. Es nuestra principal apuesta para una transición planificada hacia energías más limpias.
