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Analistas 04/05/2023

Sentimiento Caribe en Carnaval

Eduardo Verano de la Rosa
Gobernador del Atlántico

Durante el Carnaval el alma colectiva de nuestro departamento se eleva a un estado superior de euforia y comunicación exuberante. Todos unidos compartimos y celebramos con eventos muy nuestros, llenos de folklore, música y vivencias. Ha sido creado en una evolución por varias generaciones de barranquilleros, que han venido de todas partes del mundo a vivir a nuestro departamento, y hoy se ha convertido en su propio terruño. El resumen es que hay un deliberado propósito de disfrutar.

También se utiliza con el premeditado objetivo de mover la economía. Según cálculos de la Cámara de Comercio, se mueven más de $800.000 millones. Por eso hay que hacer el evento cada vez más atractivo, ya no solo para nosotros mismos. También para muchas personas que nos visitan. Esencial para el turismo.

La creación de disfraces y comparsas tiene su raíz en costumbres familiares y vecinos, grupos de amigos que se reúnen todos los años para festejar y celebrar de manera cada vez más organizada. Así se han ido creando comparsas, danzas, teatros y divertimientos con raíces en nuestro diario vivir, en los acontecimientos de la vida cotidiana, burlándonos de la vida y aun más de la misma muerte Se simulan también la vida de algunos animales. Todo lo que nos rodea sirve de inspiración.

Danzas, como la cumbia, son la fusión de nuestras tres razas dominantes: africana, española, e indígena. El sonido de la cumbia es la combinación de instrumentos, disfraces y movimientos que representan esas tres culturas, por lo cual es motivo de máximo orgullo. Es parte de nuestra esencia, de nuestra manera de sentir y principal razón de alegría.

Es compartir la vida, y experiencias colectivas. Cuando estamos en esas danzas el disfrute principal es el recuerdo de haberlo hecho repetidas veces y sacar los viejos disfraces que se guardan en maletas que se abren para la ocasión. Lo hemos hecho ya tantas veces desde niños que es parte natural de nuestro comportamiento, de nuestros recuerdos y lo que vimos hacer a nuestros ancestros.

Mucha gente externa cuando llega se siente excluida, siente que no se puede integrar y ser parte real del disfrute, aunque hagamos todo lo posible por involucrarlos y compartir. Para nosotros es parte de sentirnos dentro de una misma ciudad, es una manera de vivir la vida, es una manera de compartir en un sardinel y compenetrarnos con lo que ocurre en cada una de nuestras vidas. Por eso nos divierte y nos hace sentir alegres.
Es un festejo masivo, colectivo, muy tranquilo y pacífico.

Por eso el barranquillero lo defiende y lo protege. Nunca jamás pasará nada porque la gente quiere que se preserve, y tratan a toda costa que nadie se salga de ciertos lineamientos y reglamentos sociales no escritos pero que todos comprenden. La gente sencillamente no permite desafueros porque el interés superior es que podamos mantener esto para toda la vida. Todo se financia con cuotas que se recogen religiosamente. Es un ambiente construido con la complicidad y con el apoyo de todos.

El que entendió, entendió.

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