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Analistas 24/10/2024

¿Aplicación igualitaria?

Eric Tremolada
Dr. En Derecho Internacional y relaciones Int.

Chelsea Ngoc Minh Nguyen en un perpicaz artículo “Gaza, Ucrania y el desmoronamiento del orden mundial”, que se publicó en inglés en mayo y recientemente traducido en Nueva Sociedad, analiza la relación entre estos conflictos y ofrece una perspectiva crítica sobre el orden internacional.

Nguyen argumenta que la respuesta de Occidente a estos conflictos ha sido selectiva y jerárquica, priorizando los intereses de las potencias occidentales sobre la justicia y la igualdad, “doble vara” de medir, donde se aplica un estándar diferente para los conflictos en Ucrania y Palestina. Esto a su entender no solo es una profunda hipocresía, sino que ha socavado la credibilidad de Occidente a los ojos de millones de personas.

Pero lo más interesante de este artículo -lo menos evidente para muchos- en los dos conflictos es el generalizado oportunismo carente de principios. Los que criticaban a quienes se abstuvieron de condenar la invasión rusa a Ucrania, por priorizar puntos de vista geopolíticos y estratégicos, hoy hacen lo mismo frente a Gaza. No se trata de los países de Occidente u Oriente, del Norte o del Sur, todos contribuyen a un mundo “más violento, nihilista y desalmado”.

El paralelismo más agudo es el que se hace entre Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, y António Guterres, secretario de las Naciones Unidas. Tras el asesinato en Israel de unas 1.200 personas a manos de Hamás el 7 de octubre de 2023, el primero de ellos, en numerosas declaraciones, fue mucho más allá de condenar el ataque, describió el prolongado conflicto palestino-israelí en términos de un marco beligerante de “guerra contra el terrorismo”, olvidó de plano el contexto histórico y legal, y el período previo al ataque.

Instrumentalmente, se hicieron equivalencias entre Ucrania e Israel, y entre Hamás y los civiles palestinos. Se publicó un video que retrata a Israel y Ucrania librando guerras en defensa de la “civilización” y el mismo día que Israel pidió a la ONU que en 24 horas trasladara por la fuerza a 1,1 millones de personas fuera del norte de Gaza, publicaron un artículo sobre “Por qué Ucrania apoya a Israel”.

Por el contrario, António Guterres, con el contexto histórico y legal, recordó que la historia del conflicto comenzó 56 años atrás, y que antes del 7 de octubre de 2023, ya venía siendo el año más mortífero de la década pasada en Palestina, en especial para los niños de Cisjordania y Jerusalén. Solo “después de que un ataque israelí en Gaza borrara a 825 familias enteras del registro civil”, Ucrania y Occidente comenzaron a expresar su preocupación humanitaria por los palestinos.

Otro contraste notable que señala la autora, es el que se dio el 31 de enero pasado cuando el enviado de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, posó junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y un puñado de otros representantes haciendo un llamado conjunto para desfinanciar y reemplazar a la Agencia de Naciones Unidas que ayuda a los refugiados palestinos. Disparidad nitida con la cantidad de países de ingresos medios y bajos que generosamente hicieron donaciones a Ucrania en el momento álgido de la invasión rusa.

Coincidimos con Nguyen, que no solo está en juego la supervivencia nacional de Ucrania y Palestina, sino también la decencia humana básica y la supervivencia de un orden mundial basado en reglas que la garanticen.

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