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A los que nos dedicamos a la academia nos son frecuentes los encuentros entre profesores de diferentes generaciones. Allí -con participación de estudiantes y público- intercambiamos y discutimos conceptos, teorías y paradigmas frente a las contingencias y coyunturas que acontecen. La semana pasada -en particular intensa- participé en tres debates que enriquecieron nuestros análisis y reflexiones.
El primero sobre paz, fue convocado por el suscrito en el marco de la Cátedra Jean Monnet de Derecho Internacional e Integración que tutelo en la Universidad Externado de Colombia, otro sobre el Acuerdo Comercial de la Unión Europea con Perú y Colombia, organizado por la Embajada de Francia y, por último, uno sobre las disputas de Nicaragua contra Colombia en la Corte Internacional de Justicia convocado por el Instituto de Ciencia Política.
En el de paz, compartimos panel con Eamon Gilmore, enviado especial de la Unión Europea para el proceso de paz en Colombia. Él fue ex vice primer ministro y ministro de relaciones exteriores de Irlanda y tuvo un rol protagónico en el fin del conflicto entre republicanos católicos irlandeses, partidarios de independizarse o de integrarse con la República de Irlanda y los unionistas protestantes de Irlanda del Norte que eran partidarios de preservar los lazos con el Reino Unido. Dijo Gilmore que “el acuerdo que se está negociando en La Habana con las Farc es mejor que el realizado hace 18 años en Irlanda”.
Esta valoración se fundamentó en un ejercicio comparado, que muestra similitudes y diferencias entre los dos procesos de paz: intentos previos y fallidos de negociación; encuentros informales de los insurgentes con el gobierno antes de instalar formalmente la mesa de negociaciones; acompañamiento de mediadores o garantes internacionales a lo largo de la negociación y ceses unilaterales del fuego son las similitudes más destacables. A diferencia del proceso colombiano, en el de Irlanda del Norte no hubo acuerdo sobre las víctimas y 18 años después muchas de sus reivindicaciones siguen sin resolverse, y la entrega de armas se negoció durante los siete años posteriores al acuerdo de 1998.
Por su parte, la actividad dedicada a hacer una evaluación del Acuerdo Comercial de la Unión Europea con Perú y Colombia, surge con ocasión de la visita de los diputados franceses, Hervé Gaymard (exministro de hacienda y agricultura) y Joaquim Pueyo, ambos miembros de la comisión de los Asuntos Europeos de la Asamblea Nacional. Entre manteles concluimos que si bien es prematuro hacer una evaluación en estos casi tres años de entrada en vigor del Acuerdo (marzo y agosto de 2013), se evidencia una escasa diversificación de productos y destinos, y al comparar los resultados de 2012 con los hechos hasta 2015 se da una reducción progresiva de los flujos de exportación Perú y Colombia hacia la UE de 19% y 21% respectivamente. Constancia en el flujo de importaciones de Perú, con incremento el último año de 6% y crecimiento progresivo en el flujo de importaciones de Colombia en 21%, con una tendencia a nivelar la balanza comercial que siempre ha sido favorable para los andinos.
Finalmente, en relación con las disputas de Nicaragua contra Colombia se dio una reunión en el Instituto de Ciencia Política donde los IUS Internacionalistas fuimos convocados para aportar elementos que enriquezcan el proceso de toma de decisiones y recoger diversos análisis en un documento académico.