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Lo que resulte de la OPA hostil del Bbva por Sabadell en España quizás nada tenga que ver con el desguace de Nutresa pretendido por Jgdb y Nugil. No obstante, una ficha importante en el ajedrez de allá terminaría siéndolo en el que se juegue por acá.
El alfil es David Martínez Guzmán, el mexicano que desembarcó en el banco catalán en 2013 junto con Jaime Gilinski. En ese momento, el colombiano llegó a ser el accionista mayoritario de Sabadell, para, después de un lustro, desinvertir totalmente y recuperar 4,99% de las acciones que los españoles mantenían de su banco GNB Sudameris.
Tras esto, Martínez, a través de su vehículo de inversión Fintech Europe, se convirtió en el accionista mayoritario de Sabadell con 3,49% del capital y, según las informaciones de estos días, estaría a favor de la venta al Bbva, banco con el que ya compartió acera (y con el magnate mexicano Antonio del Valle) durante las reclamaciones en la Corte de Arbitraje de La Haya debido a la intervención del Banco Popular por parte del Estado español. Se dice, como dato al margen, que la debacle en que resultó la pugna por el control del Popular estuvo enmarcada por una pelea de poder religioso protagonizada por miembros de Los Legionarios de Cristo (mexicanos) y del Opus Dei (españoles).
En ese intento por quedarse con el Banco Popular (que terminó en manos de Santander por el simbolismo de 1 euro), también estuvo Gilinski en el bando de los latinoamericanos.
Así, la permanente relación mercantil de Gilinski y Martínez podría ser la que desemboque en la venta de Nutresa (al menos la línea de negocio de cárnicos) a la mexicana Sigma, una de las joyas del conglomerado industrial de Monterrey, otrora llamado Grupo Alfa.
¿Las razones? Primero, Alfa lleva años haciendo lo mismo que Gilinski quiere con Nutresa: enfocando sus esfuerzos de inversiones y desinversiones en potenciar el valor de sus unidades de negocio por sí mismas, sin que el peso de una holding o matriz controladora les perjudique. Así fue como Alfa escindió a Nemak (autopartes), difuminaron la petrolera Newpek, escindieron Axtel (telecomunicaciones), alistan el destete total de Alpek (petroquímicos) y se concentran en la mimada y creciente Sigma (alimentos).
Segundo: Aunque el enfoque de Alfa por el momento está en la reducción de su deuda, Sigma mantiene entre sus pilares estratégicos la diversificación y fortalecimiento de su presencia de mercado, algo que periódicamente reafirma con adquisiciones en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Es más, en algún momento compitió con Nutresa por la peruana Otto Kunz y, en la actualidad, se ven cara a cara en Centroamérica. (Hasta hace poco, PriceSmart importaba marcas suyas como Bar-S y Oscar Mayer).
Tercero y último: David Martínez Guzmán desde hace 14 años es miembro del consejo de administración de Alfa y del comité de planeación y finanzas de este, silla desde la que, a pesar de los vientos turbulentos que le han llegado de Argentina, España, Venezuela y el Tesoro estadounidense, mantiene su ascendencia en las decisiones de Sigma.
¿Le interesará a Alfa volver a Colombia tras el trago amargo de Pacific Rubiales?