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El lugar de las mujeres siempre ha sido en la ciencia y la tecnología. Fue una mujer, Augusta Ada King, quien creó el primer programa informático. Fue una mujer, Margaret Hamilton, quien hizo posible que el hombre pisara la luna en 1969 con la misión Apolo 11. A pesar de que el premio Nobel lo han recibido más hombres que mujeres, solo una mujer lo ha ganado dos veces, Marie Curie, en 1903 y posteriormente en 1911. Son las mujeres colombianas las que lideran misiones espaciales a Júpiter y Plutón, como el caso de Adriana Ocampo Uría, y, gracias a Diana Trujillo, la humanidad pudo conocer Marte en 2021.
Con estas historias -y muchas más- es difícil entender lo que a diario muestran las cifras: la participación de las mujeres en carreras STEM aún requiere de esfuerzos para alcanzar la paridad. En un informe de UN Women Latin America se reveló que para 2020 solo 23,3% de mujeres colombianas se habría graduado de carreras afines a las tecnologías de la información y la comunicación, y solo 34,6% habría culminado profesiones relacionadas con ingeniería, manufactura y construcción. En la educación media e inicial la situación se agravó al comparar: a los hombres les fue mejor en las pruebas de estas áreas que a las mujeres. La realidad a la fecha no cambia mucho.
Por otro lado, la situación de la pandemia afectó a las mujeres investigadores en este campo. Según un estudio de PLoS ONE, durante la primera ola de la pandemia, las mujeres enviaron proporcionalmente menos manuscritos que los hombres. Este déficit fue especialmente pronunciado entre los investigadores más jóvenes de mujeres académicas.
Parte de las razones de esta disparidad, a pesar de los esfuerzos realizados por gobiernos locales y organismos internacionales, se debe a la carencia de tutores, ausencia de modelos femeninos y sesgos de género, como lo resaltan algunos estudios. Por esto, desde el sector empresarial hay una responsabilidad de apoyar estrategias para mejorar la atracción, el acceso y la orientación de niñas y mujeres al sector.
Lo cierto es que la industria está en su mejor momento para atraer e incentivar la formación de mujeres. Y, hoy más que nunca, se comparten programas e incentivos -desde las empresas de TI- que buscan atraer ese talento para enriquecer los equipos de trabajo. El esfuerzo del gobierno con Misión TIC 2022, que cuenta con el apoyo de proveedores de la industria, tiene el reto de formar 100.000 desarrolladores y es un gran ejemplo de oportunidad. Oracle presentó ONE (Oracle Next Education), un programa de formación en habilidades digitales y empleabilidad, sin costo, en alianza con clientes y socios de negocio. Además, existen programas para pasantías en los que el proceso de selección se hace a ciegas para evitar sesgos, con la sorpresa de que los seleccionados, en su mayoría, son mujeres. Estos son algunos de los muchos ejemplos que a diario se ofrecen desde las distintas casas de proveedores y que sería un gran acierto que fueran aprovechados por mujeres.
No es un asunto menor. Según un informe de la Unesco, más mujeres en STEM otorga beneficios para su desarrollo profesional y autonomía económica. Lo cierto es que una persona que trabaja en STEM gana dos tercios más que aquellas empleadas en otros campos, dice la investigación. Esto se convierte en un círculo virtuoso porque su desarrollo va a impactar su entorno, generando mejores condiciones para su familia, su comunidad y su región, en términos económicos. En este punto es importante recordar que las mujeres representan el 50% de la población.
Entonces, el llamado es a hacer protagonistas de la transformación, que sigan el camino de las que ya han triunfado y a que no dejen pasar las oportunidades que hoy se presentan porque estamos en la era de las mujeres 4.0.
Bibliografía
[1] Las mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en América Latina y el Caribe (2020) ONU MUJERES. Mayo
[2] Morales Inga, S. y Morales Tristán, O. (2020) ¿Por qué hay pocas mujeres científicas? Una revisión de literatura sobre la brecha de género en carreras STEM Revista Internacional de Investigación en Comunicación aDResearch ESIC. Nº 22 Vol 22 Monográfico especial, marzo 2020 · Págs. 118 a 133
[3] Octubre 9-11, 2019, Madrid, ESPAÑA V Congreso Internacional sobre Aprendizaje, Innovación y Competitividad (CINAIC 2019)
[4] https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0257919