MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
No es solo Colombia. El mundo está sometido a un radicalismo y polarización en todos los ámbitos. Para el analista Moisés Naim en su libro "La revancha de los poderosos” (2022) el desafío como sociedad está anclado al populismo, la polarización y la posverdad.
Estos conceptos han venido apareciendo en el camino de nuestras democracias. Antes se pensaba, que las democracias se protegían a sí mismas. Elecciones libres, garantía de libertades y derechos, trivisión de poderes y plenitud del Estado de derecho eran la regla.
Hoy la situación ha venido cambiando, los nuevos autócratas llegan al poder ganando las elecciones, luego desmantelan paulatinamente los poderes instituidos y van demoliendo las instituciones que les permitieron ganar. El objetivo final es destruir el sistema electoral, cooptar la rama judicial y con eso garantizar la permanencia en el poder del gobernante o de su grupo.
Cuando esa situación es evidenciada por la oposición, estos autócratas se asocian con estados forajidos que existen a granel en los diversos continentes y estos a su vez tienen sus empresas y sus proxis en occidente que les permiten recibir apoyo y garantizar el funcionamiento del Estado. Con ese apoyo aguantan las sanciones que pueden llegar de países hegemónicos como Estados Unidos.
Es el remplazo de un orden político “democrático” por uno “autoritario”. Esta es la descripción que explica en múltiples casos la analista Anne Applebaum en su libro “Autocrats Inc (2024) en el cual presenta varios estudios de caso. Uno de ellos es familiar para nosotros: Venezuela.
La gran pregunta es cómo contrarrestar esto y defender el modelo de libertad y de democracia. Evidentemente con instituciones sólidas y con sistemas de información que multipliquen los mensajes de orden y construcción y se opongan a los mensajes de anarquía. La situación que se vive hoy en medio de las guerras en Ucrania, en Medio Oriente y la nueva narrativa antisemita demuestra claramente que estamos volviendo a momentos de extremismos que creíamos superados.
Hasta las elecciones que son el momento crucial de definición electoral se ha convertido en otro escenario de radicalización porque la información no está llegando por caminos de la imparcialidad sino está siendo vehiculada en clave de extremismo.
Todo esto debe mirarse con detenimiento. En su último Libro Yuval Harari “Nexus” (2024) narra una historia fascinante de la inteligencia artificial que pone énfasis en la gestión de la información para distinguir entre las democracias y las dictaduras. Con las primeras existen flujos de información para que la ciudadanía evalué y tome las mejores decisiones; en las dictaduras se manipulan los datos, se controla la voluntad de la gente y al final se engaña a la gente con bulos y falsedades.
Hoy en día, los algoritmos en las redes sociales construyen y amoldan nuestro pensamiento, lo que hace que los resultados en términos de manipulación sean evidentes y rápidos. No se trata de desconocer esto, se trata de ser conscientes que esto está pasando. Una mala gestión de esa información y un éxito en la manipulación de esas redes sociales nos lleva a la aniquilación de la democracia y las instituciones.
El reto será develar los riesgos a tiempo.