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Hoy, la Casa Rosada se prepara para que Javier Milei grabe su mensaje al país tras su primer año como presidente. Aunque el discurso aún no se ha transmitido, se anticipa que Milei defienda sus logros y anuncie medidas para consolidar su modelo. Este año ha estado marcado por avances económicos: la inflación ha bajado, el déficit fiscal se redujo y el Banco Central recuperó algo de credibilidad en el peso argentino.
Figuras clave como Luis “Toto” Caputo en Hacienda y Federico Sturzenegger en Reforma del Estado han aportado experiencia, mientras que Guillermo Francos, como premier moderado, ha logrado consensos en medio de una administración firme y polémica. Su estilo comunicativo y cercano ha mantenido respaldo popular, pero las expectativas aún insatisfechas y retos como el impacto microeconómico y el cepo al dólar delinean un panorama desafiante para el próximo año.
El éxito de Milei dependerá de que los logros macroeconómicos se traduzcan en beneficios concretos para la ciudadanía. Sin mejoras en el poder adquisitivo, empleo y servicios, el descontento podría minar la legitimidad de sus reformas.
El levantamiento del “cepo al dólar” es esencial para atraer inversiones a largo plazo, pero debe implementarse con cuidado para evitar desequilibrios cambiarios. En lo político, preservar relaciones constructivas con los medios y respetar la libertad de prensa es crucial; cualquier percepción de censura dañaría su imagen democrática.
Además, Milei debe mantener su promesa de transparencia, evitando pactos políticos que comprometan su ética. Sin embargo, el mayor riesgo es caer en prácticas autoritarias. Una concentración excesiva de poder y un debilitamiento institucional podrían generar una crisis que borre los avances alcanzados.
Haciendo uso de las herramientas de estudios de futuros, nos aventuramos a plantear tres escenarios principales posibles para Argentina en los próximos dos años, cualquiera de los cuales se puede presentar dependiendo de las decisiones próximas:
1. Progreso sostenido
Las reformas macroeconómicas logran estabilidad y el crecimiento económico se traduce en mejoras microeconómicas. La inversión extranjera aumenta y el gobierno consolida su liderazgo regional. Este escenario depende de mantener un equilibrio entre decisiones firmes y el fortalecimiento de la democracia.
2. Estancamiento económico
Aunque la inflación y el déficit se mantienen bajo control, la falta de crecimiento en las microeconomías genera descontento social. El gobierno pierde popularidad y enfrenta tensiones internas que limitan su capacidad de acción.
3. Crisis política e institucional
Un manejo autoritario de las tensiones políticas y errores en la implementación de reformas económicas erosionan la confianza en las instituciones. Esto genera inestabilidad social y afecta la credibilidad de Argentina en los mercados internacionales.
Estos escenarios reflejan cómo las decisiones actuales de Milei tendrán un impacto duradero en el futuro político, económico y social del país.
El primer año de Milei ofrece lecciones importantes para Colombia en su escenario post-2026, que independientemente de quien gane en las elecciones presidenciales debemos considerar por el bien del país:
1. Equilibrios fiscales y monetarios
La estabilidad macroeconómica es la base para generar confianza, tanto interna como externa. Colombia debe priorizar el manejo responsable de sus finanzas públicas y políticas monetarias para garantizar un desarrollo sostenible.
2. Una visión nacional de futuro
Un objetivo común que inspire a la sociedad y alinee esfuerzos es indispensable. Colombia debe construir un proyecto de largo plazo que motive a trabajar unidos hacia metas compartidas, fortaleciendo su competitividad global y prosperidad compartida.
3. Impacto tangible en la microeconomía
Los beneficios macroeconómicos deben llegar a las familias y pequeñas empresas. Diseñar políticas que fomenten el empleo, el acceso a servicios y el crecimiento de la microeconomía es clave para mantener el apoyo ciudadano.
4. Decisiones firmes pero escuchando a todos
Tomar decisiones audaces es necesario, pero deben acompañarse de un diálogo amplio que incluya a los diferentes sectores de la sociedad. Equipos técnicos y políticos preparados serán esenciales para liderar este proceso de manera efectiva.
5. Liderazgo equilibrado, transparente e institucional
Un liderazgo que combine capacidad técnica con ética y comunicación honesta es indispensable. Colombia necesita fortalecer sus instituciones democráticas y promover la confianza pública para evitar riesgos de polarización.
El primer año de Milei ha demostrado que las reformas estructurales pueden generar cambios significativos, pero también deja claro que los desafíos persisten y requieren liderazgo, estrategia y visión de largo plazo. El camino hacia un desarrollo sostenible no es sencillo, pero con las decisiones correctas, es posible construir un país que inspire confianza, dentro y fuera de sus fronteras, con una mirada hacia el futuro.
