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Los anuncios recientes frente a la posible liquidación de La 14 a causa de los complejos problemas financieros que enfrenta nos arruga el corazón de todos los caleños. Con más de 50 años, icono de Cali, insignia atención de primera, La 14 fue siempre más que una ferretería o un supermercado.
Y es que es imposible no pensar en hábitos de compra que estaban otrora atados a La 14; no era sino acercarse a que iniciara el año lectivo para encontrar padres e hijos reunidos empujando los carros de manubrio rojo cargado de útiles escolares; que llegaran los domingos y miles de caleños aprovecharan las últimas horas del día para hacer el ajuste del mercado; o que nuestros hijos más pequeños nos dijeran al caer la noche que necesitaban una cartulina para el día siguiente y la única tienda abierta hasta altas horas de la noche fuera siempre La 14 más cercana.
La 14 fue siempre un foco de progreso, sin embargo hoy miles de caleños miran con desesperanza cómo su fuente de ingresos pasa a ser liquidada; sus accionistas ven como los sueños de múltiples generaciones se esfuman a pesar de los esfuerzos titánicos por rescatar a la empresa; la cruda realidad que se vive hoy da cuenta de lo difícil que es hacer empresa en Colombia.
Emprender es siempre un camino para los valientes; formalizarse es aun más difícil; alcanzar a emplear a miles es casi imposible; reorganizarse para no quebrar parece una odisea pues difícilmente se logra corregir el rumbo cuando una empresa ve sus estados financieros en rojo.
Por esta razón debe aplaudirse el esfuerzo que está haciendo el Gobierno Nacional para atender las necesidades de caja de La 14; Debe recordarse que esta empresa paga $130.000 millones en impuestos, genera aproximadamente 5.500 empleos entre directos e indirectos, y es un barco insignia del comercio en retail en Colombia.
Una economía sana requiere de empresas que nazcan y otras que cierren, pero en una época como la actual y ante los retos de la pandemia y el declive del empleo, es menester proteger a las empresas formales con las que actualmente contamos. Debemos aprender de esto y tomar medidas en el asunto.
La 14 es una clara muestra de lo que sucede en un ecosistema como el nuestro donde innovar y adaptarse a nuevas realidades y tecnologías es tan difícil a causa de la rigidez del mercado laboral y las altas cargas tributarias. Promover la empresas privada debe indudablemente ir anudada a la construcción de plataformas legales que permitan ajustes más fuertes en tiempos de constricción económica.
Así pues, La 14, caracterizada por que “siempre te da más” está requiriendo del apoyo de todos nosotros. Cómo caleño convencido de la importancia de entornos empresariales saludables, veo en La 14 un activo importante que salvar; la apertura de líneas de crédito a largo plazo permitirían una inyección de liquidez importante a una empresa que cuenta con activos suficientes para responder en un eventual futuro, pero sobretodo, permitiría proteger a los accionistas y empleados, quienes tienen afincados sus sueños en este gigante del retail.