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En esta ocasión quiero compartir con los lectores los alentadores resultados del sector cafetero durante el tercer trimestre de 2024, tanto en producción y exportación como en consumo interno. Estos logros son el fruto del esfuerzo colectivo de nuestros caficultores, la implementación de estrategias de fertilización y renovación de cafetales, así como el apetito por el café colombiano en los distintos continentes.
De julio a septiembre de este año, Colombia registró un crecimiento del 22,9% en la producción de café, alcanzando los 3,27 millones de sacos de 60 kg. Este incremento se debe en gran medida a los planes de fertilización implementados a lo largo y ancho del país. Los cafeteros responsablemente trabajando sus plantaciones, sumado al apoyo del Fondo de Acceso a los Insumos Agropecuarios (Faia), que distribuyó subsidios públicos a los caficultores, y, los recursos del FoNC asignados por la FNC, se ha logrado fortalecer la productividad del sector. Además, el compromiso con la renovación de cafetales ha dado sus frutos, superando a octubre las 77.000 hectáreas renovadas, cifra superior al total de 2023.
La importancia del café en la economía nacional es innegable. En este tercer trimestre, el valor de la cosecha ascendió a $3,78 billones, dinamizando la economía de 603 municipios en Colombia, con un crecimiento de 63,7% respecto al mismo periodo de 2023. Esto consolida al café como el “renglón económico más democrático del país” y, sin lugar a dudas, como un motor clave en la reactivación económica. Pronto recibiremos las cifras del Dane en donde podremos ver la contribución al PIB.
En el ámbito internacional, las exportaciones de café también reflejan un desempeño positivo, con un crecimiento del 21% durante el tercer trimestre, alcanzando los 3 millones de sacos exportados. Nuestros principales mercados, Estados Unidos y Canadá, recibieron el 46% de las exportaciones, mientras que Europa absorbió 21%, consolidando al café como el principal producto de exportación no minera de Colombia. A la par, se registró una caída significativa en las importaciones, con una reducción del 61% frente al mismo periodo de 2023, limitándose a solo 161.000 sacos. Esto es una señal positiva para el equilibrio de nuestra balanza comercial y para la protección de la producción local.
El consumo de café en los hogares colombianos también ha mostrado un comportamiento destacable. De enero a septiembre, el consumo en volumen creció un 10%, mientras que en valor experimentó un aumento del 25,5%. Actualmente, 98,4% de los hogares colombianos compra café, demostrando una penetración de hogares casi total. Este indicador representa una oportunidad enorme para seguir valorizando el café colombiano, y para ello, es esencial educar al consumidor para que cada día demande un café de mayor calidad.
Dentro de la categoría de cafés, el segmento premium ha mostrado un desempeño sobresaliente, alcanzando 11% del valor de la categoría. La penetración de marcas premium es de 17%, un indicador de que los consumidores están explorando nuevas opciones y apreciando cafés de mayor calidad. Este segmento ha crecido un 19% en volumen y un 36,7% en valor, reflejando una tendencia hacia la apreciación de perfiles y marcas diferenciadas.
En conclusión, aunque esta recuperación no se debe ver como una bonanza, es claro que los caficultores estamos logrando recuperar la rentabilidad y compensar la estrechez de años anteriores. El café, como producto agrícola, está jugando un rol fundamental en la reactivación económica de Colombia. Somos conocidos en el mundo como los cafeteros; hagamos honor a este título consumiendo cada vez más y mejor café 100% colombiano.
