Incongruencias productivas

Hace rato queremos que Latinoamérica sea próspera, avanzada, sostenible y equitativa, donde los discursos grandilocuentes en nuestros países y entidades de desarrollo no pasan de ser retórica sin solución sustancial, cartillas elaboradas con demagogia academicista y óptica incremental sesgada que enredan en medio de la confusión, cada vez con mayor acento y tono ideologizado según la orientación y estilo de los líderes nacionales, con posiciones dañinas a la derecha e izquierda que paradójicamente se pelean el mismo libreto sin ningún resultado, ni respuestas acertadas en la materia.

Así la pasada “Conferencia Anual CAF-Cepal: El reto de escalar y mejorar las políticas de desarrollo productivo en América Latina y el Caribe”, permitió conocer el estado del arte sobre el tema. Al respecto resalto en primer lugar la visión del secretario Salazar sobre el reducido espacio fiscal y del profesor Ocampo sobre las posibilidades de los incentivos que creo deben ser no solo tributarios, sino además educativos, laborales e inversión en bienes públicos estratégicos, ante la deficiente atractividad regional en inversión extranjera directa según Kearney, aunado el informe del FDI Intelligence que muestra nuestro rezago frente al mundo incluso en Brasil y México, en particular greenfield, variable critica que no ha sido debidamente tratada institucional y multilateralmente conforme naturaleza y estándares ASG.

Otro asunto clave es el rezago regional en innovación conforme reciente informe de la Ompi, junto a la inversión en ciencia y tecnología así como en trasferencia tecnológica, asociado a los resultados de los propietarios mundiales de las patentes como indicador típico de innovación científica y tecnológica, que según la Ompi es 82% de transnacionales; 13% propietarios individuales incluida la mipyme más científicos y técnicos que no las explotan debidamente; así solo 5% es de las universidades, centros I+D y agencias públicas incluidas la Nasa y Secretaría de Defensa de EUA. Acá seguimos con la cartilla de solo pensar en la inversión pública, mas nunca tratar debidamente la virtuosa; vacío por corregir.

De lo dicho por el presidente Díaz Granados sobre su aporte en 2006 como viceministro al programa de “Transformación Productiva”, estimo que nuestro país, es más la región nunca ha realizado un proceso genuino de transformación sino solo “Reconversión”, comprobado con el descrito caso del chocolate y también lo que realiza Chile con el litio; enfoque urgente de corregir, sino seguiremos en más de lo mismo que incrementará la dependencia tecnológica y comercial en los sectores críticos para nuestro desarrollo económico y social.

Esto no es un problema de heterogeneidad en la gestión, sino falta de visión holística y sistémica para con la debida tracción propiciar el florecimiento permanente de nuevas actividades en todos los tejidos industriales posibles que favorezcan nuevos encadenamientos productivos, por ende, la mayor soberanía en todas las fronteras del saber y poder hacer; porque con el enfoque que prevalece las capturas locales claro generan transferencia tecnológica, pero ésta es marginal. Así cada vez estaremos peor.