Analistas 01/03/2025

La importancia de la responsabilidad en la educación

Giovanni Franco Sepúlveda
Ph.D. Profesor Universidad Nacional de Colombia

El tiempo no puede ser una excusa válida para incumplir con las obligaciones académicas, especialmente cuando se trata de figuras prominentes en el sistema educativo. Este principio es aplicable a cualquier estudiante de posgrado en el mundo, pero toma un matiz más crítico cuando se trata de autoridades como el Ministro de Educación o el Presidente del Consejo Superior Universitario de una institución prestigiosa como la Universidad Nacional de Colombia.

La reciente situación en la que el Ministro de Educación no ha podido cumplir con su defensa de tesis de maestría debido a cuestiones de tiempo, presenta un escenario preocupante. Si la máxima autoridad en educación del país no puede gestionar su tiempo para una cuestión personal como es la culminación de un posgrado, ¿cómo podremos esperar que se cumplan y se mejoren las políticas públicas en materia de educación? Esto es particularmente inquietante cuando consideramos que el tiempo fue el pretexto para un tema personal, no para una responsabilidad pública.

Además, este no ha sido el único tropiezo del Ministro. Al finalizar 2024, el asunto del Icetex evidenció una falta de asunción de responsabilidad al señalar que los problemas no eran competencia del Ministerio de Educación. Esta actitud de “quien se salve, se salve” no inspira confianza en la gestión del Ministerio.

Luego de transcurridos 30 meses de este Gobierno, es relevante cuestionar qué avances significativos ha logrado el Ministerio de Educación en materia de educación superior ¿Se han creado cupos adicionales para mejorar la cobertura educativa? ¿Se han construido nuevas universidades públicas? ¿Se han mejorado las condiciones salariales de los profesores de las instituciones públicas? ¿Se ha aumentado el número de nuevos profesores de planta? Todos estos interrogantes adquieren mayor relevancia si consideramos que el Ministerio de Educación ha gozado del presupuesto más alto que se ha visto hasta el momento.

Una de las formas en que la educación superior puede mejorar en Colombia es a través del financiamiento. Sin embargo, esto requiere voluntad política para modificar leyes clave, como la Ley 30, específicamente los artículos 86 y 87. Modificar solo dos artículos podría tener un impacto positivo significativo.

Como profesor universitario, me siento incómodo frente a estos hechos. Es menester preguntar el tutor o los tutores del Ministro por qué permitieron que realizara la defensa de la tesis, sin tener la preparación mínima para que este proceso fuera exitoso. Lo que el Ministro de Educación podría hacer por educación, moral y ética es considerar su renuncia al cargo. Esta acción no solo sería un gesto de honestidad intelectual, sino también un reconocimiento de la importancia que tiene la responsabilidad en el liderazgo educativo del país.