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Ahora que conocemos el nombre del nuevo proyecto tributario: Solidaridad Sostenible, empiezan a surgir las preocupaciones sobre los segmentos o sectores de la sociedad que asumirán la responsabilidad de financiarlo. En los últimos días hemos oído al Presidente Duque señalar que “le he pedido al equipo del Ministerio de Hacienda que no impongamos ningún gravamen a los productos básicos de la alimentación colombiana y a los servicios básicos y que busquemos otras herramientas”, refriéndose por lo demás, con nombre propio a el pollo, los huevos y la leche. Así mismo, recogíamos con beneplácito las recomendaciones de la Comisión de Expertos en beneficios tributarios, quienes sugerían dejar algunos productos en la categoría de exentos y con tarifa diferencial, entre los que están los asociados la producción de proteína animal, por considerarlos de aquellos que hacen parte de la canasta de bienes básicos necesarios para satisfacer el derecho al mínimo vital.
No obstante, en los últimos días se ha escuchado la propuesta de eliminar la categoría de bienes exentos, en donde están las carnes, huevos y leche, para llevarlos a la condición de bienes excluidos, resaltando que no se cobraría IVA por estos productos. Si bien ello es cierto, se confunde a la opinión pública, con un galimatías difícil de entender, en especial, porque tanto en los bienes exentos como excluidos no se cobra IVA, pero tienen impactos diferentes en el consumidor.
A manera simple, los bienes excluidos tienen un IVA camuflado, oculto en los costos de producción. Por tanto, el consumidor lo paga sin darse cuenta. A diferencia de los bienes exentos, en donde el IVA no se incluye en los costos de producción. Un ejemplo, en un bien excluido con un IVA de cero, en donde los insumos estén gravados a 19%, en el caso de pollo y huevo, el consumidor pagaría un IVA de 10,3%. Al compararlo con el escenario actual, como bien exento, el IVA es del cero por ciento.
Así las cosas, para llegar al objetivo del Presidente Duque, en la solicitud que le realizó al equipo del Ministerio de Hacienda, para no gravar con IVA los productos básicos de la canasta familiar, se requieren dos aspectos: 1) llevar igualmente a la categoría de bienes excluidos todos los insumos que hoy tienen una tarifa de 5%, los cuales representan 41,3% de los IVA que se solicitan en devolución por producir bienes exentos y; 2) implementar un mecanismo de compensación por los insumos gravados a la tarifa general (19%), que representan el 58,7% del IVA descontable.
De lo contrario, según las cifras del DNP sobre pobreza, se estaría afectado a 71,2% de la población colombiana (34,3 millones de personas), de los cuales 42% son pobres y 29,2% vulnerables. Sin considerar a los hogares de ingresos medios, que por efectos de la pandemia también están en escenarios de vulnerabilidad.
Seguramente nadie discutiría que el proyecto de ley denominado: Solidaridad Sostenible, no debe ser financiado con un gravamen indirecto a los alimentos básicos de la canasta familiar. Como bien lo indica el Presidente Duque: “busquemos otras herramientas”.