Campo minado

Como todo en la vida, cada cosa tiene su momento. El sistema mundial y la economía están en una delgada línea sobre la cual se está caminando sin tener claro por lo menos en el caso de Colombia, si estamos leyendo bien el momento social, político y económico, pero percibo que debemos andar con mucha precaución en las decisiones que se toman o podremos pasar de un susto a la realidad de una recesión con un clima social no tan adecuado para muchas medidas que se deben tomar en un momento de crisis.
Y este espacio hace mucho tiempo dejó de estar dedicado a la crítica indiscriminada, cayendo en lugares comunes en los que en nada aportan a la solución, es más, pueda que ni siquiera siendo propositivo, funcione. Lo que sí al menos es queda la coherencia en el discurso, con el que intento poner la lupa en hechos para que sean revisados sin que entre a catalogarlos de buenos o malos, eso lo hará el tiempo, no yo.
Viendo la coyuntura del paro camionero (que entre otras ha demostrado históricamente ser perjudicial para la economía y el consumidor), la situación de orden público, el no tan alentador comportamiento del crédito en el país, los índices de inversión y los síntomas de economías desarrolladas, no sé si sea el momento o al menos espero llamar la atención para evaluar la conveniencia en el tiempo de presentar, justo ahora, una reforma tributaria que puede generar incertidumbre en ecosistema empresarial del país.
Y es que para nadie es un secreto que los países y sus economías crecen al ritmo de sus empresas, está el caso de Singapur (que muchos podrán criticar) pero ha mantenido un crecimiento de su economía jugándosela por la investigación y el desarrollo como pilar fundamental para su economía y la generación de valor. No en vano son de los países con mayor actividad en términos de patentes en los últimos años en la secretaria de comercio de los Estados Unidos.
Es por eso por lo que, tal vez, se deba construir un puente de comunicación entre el gobierno y los empresarios que permita sintonizarse y trabajar conjuntamente por una economía que no muestra mucha mejoría en los últimos meses. Es momento de despojarse del ego y buscar alternativas para que país al menos no caiga en una recesión y que con el trabajo conjunto se pueda construir una alternativa a este momento que puede ser más oscuro si ponemos más atención a lo que está mal, que a la solución.
La economía es como la salud humana. Cuando empiezan los síntomas indica que algo no está funcionando como debería y merece atención. Sino prestamos el cuidado y vamos a los orígenes de esos síntomas, lo que puede ser tratado con la alimentación, termina siendo un cáncer al que toca extirpar y ahí, ya solo se trata de ser reactivos cuando podemos ser precavidos.
Es momento de que atendamos los síntomas de la economía, los datos no mienten y ahora es posible que el origen pueda ser identificado y el síntoma eliminado. Esto solo indica que el momento oportuno es ahora y no cuando para todos, el problema sea mucho mayor y la solución nos cueste más. La solución la tenemos todos los colombianos, no solo es responsabilidad del gobierno y de las empresas tomar decisiones que nos conduzcan a un rumbo económico más próspero. Así que por lo pronto lo mejor que usted puede hacer es estar en paz, gastar menos de lo que gana e invertir sus ahorros para que pueda generar independencia financiera. En momentos de crisis las oportunidades son mayores.