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Por estos días se ha hablado mucho en redes sociales del páramo de Santurbán. Para quienes no han tenido la oportunidad de conocer el lugar o saber que existe, este páramo es también conocido como el “nudo de Santurbán” y está ubicado en los departamentos de Santander y Norte de Santander. Se destaca -además de su nombre- por ser uno de los ecosistemas más importantes en la región, pues desde sus tierras se abastece de agua gran parte de las poblaciones de estos departamentos, formando parte del conjunto de reservas que hacen de Colombia uno de los países con mayores riquezas hídricas del mundo.
Siendo ahora conscientes de las importancia de Santurbán, debemos involucrarnos en las intenciones de la compañía minera Minesa, que pretende que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) le expida una licencia ambiental para explotar (en un área protegida por la Constitución Nacional) las reservas de oro que se encuentran en Santurbán. Este tema había pasado desapercibido por quienes estamos lejos de este lugar, ajenos a las problemáticas regionales, debido a la estrategia desplegada por esta compañía, para la cual “si yo tengo el mundo incendiado, pero en Bogotá ven que estamos bien, estamos bien; si los tomadores de decisión se sienten tranquilos a pesar de que tenga una marcha diaria”. Este extracto es parte del discurso que el señor Santiago Ángel Urdinola dio a sus colaboradores con la idea de mantener en engaño a “los tomadores de decisiones” (Anla) para que se les expida una licencia ambiental que no solo está en contra de la poca reglamentación existente, sino que busca desplazar familias enteras de la región, con el único propósito de generar riqueza privada a costa de nuestro empobrecimiento ambiental.
Además de lo transcrito, pretende el señor Santiago Ángel Urdinola con su sucia estrategia hacer creer al presidente Iván Duque que la oposición al proyecto es liderada por Gustavo Petro o los miembros del partido Alianza Verde, lo cual quedó grabado en estos términos: “que ellos sientan que es parte del ejercicio o nuestra historia lo lleva a pensar que eso es Petro simplemente marchando por tumbar el gobierno de Duque, y dicen (refiriéndose al presidente Duque) ‘no me voy a dejar tumbar de Petro, voy a entregar la licencia’… Esto es el partido verde buscando ganar curules”.
No solo es un grave atentado ambiental, sino también un juego macabro que raya en lo criminal influir la opinión del presidente y su equipo de ministros para que crean que el proyecto es una “bendición” para la región pues “generará empleo” -cuando se ha probado con suficiencia que la industria extractiva es de las que menor valor agregado generan al país- a costa de acabar con las fuentes hídricas que se encuentran constitucionalmente protegidas.
Al día de hoy la comunidad de Santurbán ha activado las alertas sobre la sequía de cinco nacimientos de agua -un daño que no es menor- desde la llegada de Minesa, mientras se pretende mantener a “los tomadores de decisiones tranquilos”. Señor Urdinola: el respeto por el agua no es un asunto que compete exclusivamente a los departamentos, a las poblaciones cercanas a Santurbán, a Petro o al Partido Verde. El agua es un recurso universal y es de todos los colombianos el deber de defenderla a fin de hacer visible su sucia estrategia para engañar al Gobierno Nacional, buscando la aprobación de una licencia en una región donde, por su importancia ambiental, no se debe permitir actividad minera que ponga en riesgo las fuentes hídricas del país.