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Analistas 01/11/2022

Café,10 años

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo

Esta columna, escrita por una amable invitación del diario La República, completa diez años de publicación, de forma ininterrumpida, y buscando mantener interés por el café, y todo lo que el grano implica para la vida económica y social del país, como tema prioritario y como ha sido desde la fundación del diario, -por el interés de su fundador, Mariano Ospina Pérez- quien fuera precisamente uno de los primeros gerentes de la Federación Nacional de Cafeteros.

Son múltiples los acontecimientos cafeteros sucedidos desde 2012, lo que facilitan el trabajo, para quien no es periodista de profesión, y que solo tengo interés por el tema, para analizarlo, debatirlo y suscitar reflexiones y en algunas ocasiones polémicas, que contribuyan a que los actores que toman las decisiones, se abran a escuchar otras visiones, dado lo aferrados que se mantienen al éxito del pasado -y por lo tanto, a repetir sus fórmulas de solución-, que poco contribuyen en muchos casos, en un mundo tan cambiante como el que vivimos.

Hace 10 años, después de un buen precio, en los dos primeros años del gobierno de Juan Manuel Santos, bajó la cotización del café que afectó el precio interno por la fuerte revaluación del peso frente al dólar, que inició con la primera partida presupuestal para subsidiar al precio interno y desencadenó en tal estado de insatisfacción, que generó el paro nacional cafetero más grande de la historia.

Este fue financiado y apoyado por los grandes productores, respaldado de forma soterrada por buena parte de la dirigencia cafetera y, por primera vez el gobierno tuvo que asumir su manejo y soluciones dado que el gerente hizo la del avestruz, perdiendo así la Federación buena parte del liderazgo, frente a algunos congresistas -en ejercicio y en ciernes-, así como Unidad Cafetera convertido en Dignidad Agropecuaria, con personería jurídica e interlocución con el gobierno, que aprovecharon la coyuntura.

Toda esta situación llevó al deterioro en el liderazgo del gerente Luis Genaro Muñoz, quien terminó renunciando en 2015, provocando la elección más debatida y reñida en la historia, que finalizó en el nombramiento de Roberto Vélez Vallejo, como gerente general.

A Vélez le correspondió disfrutar la subida de la producción a 15 millones de sacos, como resultado del programa de Permanencia Sostenibilidad y Futuro, iniciado en 2007, para renovar los cafetales envejecidos de menos de cinco hectáreas, que finalmente fueron los que doblaron la producción. Desafortunadamente el área de cafetales tecnifícalos nuevos se estancó y es en buena parte la explicación de la disminución de la producción.

Se consolidó en estos diez años el liderazgo de los congresistas cafeteros, administrados desde la Federación, que convirtieron en ley, la creación de un nuevo Fondo de Estabilización de Precios, el Piso de Protección Social y el Costo Presunto de la Mano de Obra, tres proyectos que obedecen a la política del actual gerente de mejorar la rentabilidad del negocio y, por lo tanto, benefician más a los grandes productores.

Para finalizar este sucinto repaso de la década, es inevitable dejar de mencionar el desastre de los Contratos de Entrega de Café a Futuro, que están generando una pérdida al Fondo Nacional del Café, estimada en más de medio billón de pesos, y que al parecer no tienen una solución favorable al gremio.

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