MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
La dinámica que la Ministra de Agricultura viene poniéndole al conflicto con los cafeteros, es casi similar al mercado mundial del café, cada día la bolsa registra un nuevo resultado.
Hace dos semanas intervino en un debate en la comisión cuarta del senado, violando todos los limites de tiempo otorgado para intervenir, con una exposición amplia sobre la política cafetera, que parecía mas propia para el gerente, salvo que ese cargo sea su aspiración.
Dos días después realizó un foro de cafeteros en Nariño, en el que anunció que en el café seguiría asomando las narices, al que dedicaba la mitad de su tiempo, y que no necesitaba intermediarios para hablar con los cultivadores; en consecuencia y pasando por alto la organización nacional, crea lazos directos con los comités de cafeteros a nivel regional.
Concluyendo esta semana en una reunión del Comité Nacional, en la que se dedicó a cuestionar los resultados financieros y contables, anunciando la posibilidad de auditar a toda la organización desde el ministerio.
Esta reacción -que viene precedida de una reprimenda que se ganó por parte de el Comité Directivo-, ante las declaraciones en las que puso en duda la estabilidad de las finanzas de la Federación, por el efecto delicado que puede tener ante la confianza que se debe generar a los bancos proveedores, suministradores de los recursos para comprar el café.
La Ministra replicó con otro comunicado afirmando que “reitera la importancia de conocer la situación financiera de la Federación como administradora del Fondo Nacional del Café”, por lo tanto, se les quiere inmiscuir en el gremio privado, que es quien ejecuta y recibe la cuota de administración de parte del Fondo del Café.
Pero, además, el ministro de hacienda -tradicionalmente rector de los destinos del Fondo del Café-, ha pasado a una actitud pasiva ante el protagonismo de la ministra, que ratifica en su carta al presidente del gremio privado. Afirma el ministro Bonilla que, de acuerdo con la ley, el Ministerio de Agricultura es la entidad competente de la inscripción de las organizaciones como cadenas productivas en el sector agropecuario, y que el cafetero no puede ser la excepción. Lo que traduce que debe quedar bajo esa tutela. Cambio histórico, fundamental en la relación con el gobierno, respaldo a la ministra y adscripción de la Federación a Minagricultura.
Esta pelea hay que pararla y manejarla con mucha inteligencia, de lo contrario, serán los productores los perjudicados de estas posiciones; toca aportar habilidad política y humildad, y tener en cuenta que, los ministros son temporales y la Federacafe permanece.
Parece tardía la reacción de la administración, proponiendo en un documento de política cafetera para los próximos años, la reforma agraria cafetera, el mejoramiento de vías terciarias y vivienda, proyecto para impulsar el desarrollo de las regiones cafeteras cobijadas por el Paisaje Cultural Cafetero y la industrialización de la caficultura.
Tal vez habría sido más productivo -para suavizar las relaciones y acercar el gobierno-, incorporar los trece puntos de la Ministra, por consenso y no por adhesión, en el plan estratégico de la Federación, donde caben sin problema, anunciándolo públicamente y demostrándolo sin confrontación la voluntad de trabajo conjunto.