El Señor Vicepresidente de la República en reciente declaración afirmó que las directivas cafeteras se debían elegir por votación popular, incumpliendo la promesa que había hecho en marzo de no intervenir en los asuntos de los gremios privados.
Sin embargo, su llamado es útil para recordar al país que es precisamente la Federación Nacional de Cafeteros el primer gremio en escoger a sus cuerpos directivos por elección popular y con la mayor participación electoral de Colombia, superior al 60 %, supera la registrada en elecciones para congreso y Presidente de la República. Es requisito para administrar los recursos parafiscales del Fondo Nacional del Café que los órganos de dirección del gremio tengan origen democrático, como lo ha señalado la Corte.
Por lo tanto, no puede ser un funcionario de tan alto rango quien le insinúe al país que el problema es de falta de democracia, indicando que este puede ser el origen del problema. Puede existir falta de diálogo de la Federación con las voces disidentes, que siendo federados han escogido otros caminos y formas, que inclusive violan la ley, para expresar su inconformismo, pero nunca por falta de oportunidades para hacer parte de los cuerpos colegiados que conforman la organización cafetera.
Acostumbran generalmente las minorías disidentes, a calificar como antidemocrática la institución que legítimamente lleva la vocería, cuando pretenden, evadiendo los mecanismos institucionales, constituirse en voceros de un gremio de productores utilizándolo con fines políticos y que fácilmente se convierte en presa de adalides ajenos, con intereses políticos, y con banderas populistas como la de exigir un mayor precio para su producto, a lo que nadie se opone, sin importar de donde provengan los recursos, que hasta los elegidos en el gremio terminan apoyando con su pasividad.
Los cafeteros desde hace 11 años introdujeron el voto por internet. En las elecciones de 2006 incorporaron por primera vez en Colombia la opción por datáfono , y el voto por celular, alcanzando por este sistema hasta 70.000 cafeteros inscritos. El voto por celular, al permitir al campesino votar desde su cafetal en algunos municipios produjo rechazo de algunos líderes acostumbrados a manipular a sus electores, quienes se vieron derrotados gracias a esta tecnología que ofrece al campesino libertad y transparencia, evitando inclusive el desplazamiento para ir a sufragar.
En las últimas elecciones votaron 220.000 cafeteros, de los 335.000 con cédula en aquel entonces, para elegir sus representantes en los 354 municipios con comité municipal de cafeteros. Se inscribieron 14.000 candidatos para elegir 4.248 y se renovaron el 53 % de los miembros, lo que significa que la Federación es un gremio de productores, con cultura de participación democrática. Así mismo, son elegidos los 15 comités departamentales, que a su vez designan los delegados al comité directivo, el único cuerpo de dirección que falta por elegir con el voto directo, y que muy pronto deberá hacerse.
Desde luego y como cualquier sistema de elección, todos los días requiere de ajustes que garanticen mayor renovación, participación, pureza del sufragio y consolidación de derechos de los cafeteros. Pero se puede exhibir como el modelo de participación democrática de gremio alguno en Colombia.
En una asociación con intereses económicos, generalmente se logran acuerdos más fácilmente, por cuanto son más objetivos los propósitos y las metas, ajenos a ideologías. Por esta razón, en los estatutos de la Federación está prohibido a los elegidos y a los funcionarios la participación en la política activa.
Los actuales delegados al Congreso Cafetero deberían aceptar que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia. Anticipar las elecciones puede ser la forma de consolidar la vocería cafetera, y la oportunidad para que los que no se sienten representados, si cuentan con los votos suficientes, sean elegidos y formen parte de los órganos de dirección, que con una conformación pluralista y por mayoría determinen la orientación de la institución, garantizando ante la sociedad colombiana la representación de los productores cafeteros.
