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Durante la gerencia de Gabriel Silva en la Federación de Cafeteros, la venta de café para entrega futura fue uno de los mecanismos más útiles y novedosos diseñados para el beneficio de los productores.
Era una respuesta para entregar a los cafeteros certeza sobre el precio al que venderían su cosecha, precisamente cuando apenas estábamos iniciando la época de fluctuación del precio interno en función del que se registraba en la bolsa, y del tipo de cambio del peso frente al dólar. Era un verdadero trauma por cuanto durante cuarenta años tuvimos precio negociado con el gobierno, nunca disminuía, por lo tanto, el choque cultural era sin igual.
Por supuesto, el cafetero nunca quiere perder, -residuos del paternalismo- y los exportadores pasan por una crisis de entregas; los productores con contratos firmados cuando el precio estaba a $800.000 por carga lograban para el año siguiente $1.000.000, e incluso por encima - ganando buen dinero-; Sin embargo, con el precio actual de $1.400.000 los productores se resisten a entregar el grano.
Esta coyuntura de buen precio ubica a todos los exportadores, empezando por el Fondo Nacional del Café, Expocafé y a todos los particulares, que pactaron precio y cantidad, en graves dificultades. Fedecafé ha ofrecido a alguna cooperativa, aceptar aplazar el cumplimiento de los contratos de café a futuro suscritos para entrega 2020-21 para los años 2021-22-23.
El gerente de Coocentral les agradece a la Federación y a Expocafé por aceptar la propuesta de aplazar la entrega del café en físico comprometido, gracias a la concientización de todos sobre “la problemática de los altos precios del café ”.
No se ha podido tomar una medida más contraproducente para declarar el fracaso de este extraordinario instrumento, por cuanto es tolerar -por presiones políticas internas-, el incumplimiento de contratos que en todo el mundo se honran -aún de palabra- por encima de cualquier circunstancia adversa, so pena de nunca poder volver a utilizar el instrumento.
Los exportadores privados podrían citar la declaración de competencia desleal de la Federación, dado que ellos deben salir a comprar su café más caro, para honrar sus contratos en el exterior, generando una pérdida, mientras no se sabe quien va a asumir las del Fondo Nacional del Café.
Los cafeteros con contrato de venta a exportadores privados, seguramente van a solicitar el mismo tratamiento; pero un privado no tendrá más recurso que el de entregar el caso a un abogado para exigir su cumplimiento, lo cual contribuirá aún más a su fracaso, porque en adelante solo querrán hacerlo con Federación. Sin duda un caso de estudio por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio.
Resulta increíble que se tolere que las cooperativas de caficultores celebren contratos a su propio riesgo, por gerentes irresponsables, a los que se les debería exigir copia de los contratos de compra de café con sus asociados para celebrar uno de venta a futuro, para no poner en peligro el patrimonio de la cooperativa.
Al Fondo le tocaría entregar el café físico a los exportadores en problemas para mantener el equilibrio y la neutralidad en el mercado. De otra forma a la SIC le tocará prohibir que la Federación intervenga en el mercado de futuros, interno.