Analistas 15/03/2025

Arreglar la educación pública

Gustavo Moreno Montalvo
Consultor independiente

Construir un país próspero y armónico requiere educación pública preescolar, básica y media de buena calidad. La colombiana es pésima, como todas las de Latinoamérica hoy, excepto Uruguay y Chile, según los resultados en las pruebas internacionales Pisa. Por la importancia de la educación para transitar hacia un futuro mucho mejor es necesario que los aspirantes al solio de Bolívar en 2026 presenten a los colombianos sus propuestas en esta materia.

Hay muchas alternativas. En todas tiene papel central el docente, cuyo perfil actual no es adecuado en muchos casos. Quienes escogen las facultades de educación para su formación suelen ser residuo del proceso de las cohortes de bachilleres para definir vocación, sin mejor opción porque sus resultados en pruebas Saber o equivalentes no se la permiten.

Preservar el esquema existente implicaría seguir con la pugna destructiva entre el Ministerio de Educación y la Federación Colombiana de Educadores y el incumplimiento de la programación por paros ilegales. En el sistema actual solo cabe la evaluación para mejorar remuneración: no hay retiro de docentes por no lograr resultados apropiados. La opción sin cambios radicales es muy deficiente, pero evita conflicto radical entre Gobierno y sindicato, lo que atiende propósitos políticos para ambas partes.

Otra opción, en el extremo opuesto, es devolver la responsabilidad de escoger, evaluar, capacitar y remunerar docentes al ámbito local; exigiría reformas de fondo en la administración municipal en todo el país, necesarias pero complejas, para inducir eficacia y transparencia.

También caben soluciones intermedias de carácter regional, con orientación a abrir el ámbito a todas las profesiones mediante capacitación, evaluar sistemáticamente y excluir a quienes no logren aprobación en pruebas.

Los experimentos con colegios públicos en concesión para educación media han sido satisfactorios, así en algunos casos hayan sido canales para el beneficio personal sin resultados mejores, pero no se sabe si la gestión privada pueda responder a través de entidades sin ánimo de lucro todo el ámbito nacional en educación media.

Los padres de familia también son cruciales en el proceso educativo de los menores: se requiere capacitarlos para la tarea. Hay que escoger cómo hacerlo y poner en práctica lo que se decida, con beneficio para su papel en la sociedad.

La escuela de vecindario debe abarcar el proceso hasta terminar el ciclo básico. Debe, además, servir como centro nocturno de educación continua, pues la tecnología obligará en ambiente de automatización creciente a estudiar toda la vida para preservar la capacidad de generar ingresos mediante el trabajo; habrá sustitución y nuevas oportunidades que exigirán cultivo.

De otra parte, la recreación ordenada es importante para cuidar la salud física y mental, y así mitigar el costo del envejecimiento, y para cultivar relaciones interpersonales. También la escuela debe proveer infraestructura recreativa para todos. El vecindario, y los padres de familia en particular, deberían asumir papel proactivo en la administración de la escuela, con niveles apropiados de responsabilidad y autoridad.

La educación pública preescolar, básica y media requiere cambios de fondo, en partícipes, infraestructura y e institucionalidad. Las ideas de los aspirantes son importantes para los votantes.