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La mayor potencialidad de la inteligencia artificial generativa (IAG) para generar un cambio radical en la productividad de las personas y empresas es su capacidad para comprender, generar y responder en un idioma humano, tanto oral como escrito, en lo que se denomina el “lenguaje natural”, y es a partir del uso del lenguaje natural donde surgen varios usos promisorios de la IAG:
1. Cerrar la “deuda digital”: Los empleados administrativos están en medio de lo que se denomina la “deuda digital”, es decir, sobrepasados por el volumen de interacciones digitales, en frentes tales como correos electrónicos y chats, y mayores volúmenes de información para analizar, y consecuentemente, restándoles presencialidad en el frente del negocio, y en el desarrollo de labores creativas. La implementación de IAG en las herramientas de ofimática actúa como un copiloto del usuario para apoyarle en las labores creativas, cubriendo desde crear fórmulas para las hojas de cálculo, elaborar resúmenes de reuniones, hasta mejorar el tono en la comunicación en correos electrónicos. Aunque estas aplicaciones aún están en una fase temprana de despliegue, prometen revolucionar el trabajo en la oficina. La desventaja radica en un elevado costo de licenciamiento, 30 dólares por usuario al mes.
2. Automatizar la interacción con clientes: Una de las áreas de mayor potencial es la mejora de las capacidades de los Chatbots, tanto en las operaciones de servicio al cliente, como en la venta asistida, y lo mejor, es que se puede realizar tanto en atención por escrito como oral. En Latinoamérica diversas startups están innovando en este campo, logrando resultados muy positivos en la satisfacción del cliente.
3. Apoyar la programación de software: Las herramientas basadas en IAG facilitan la automatización de actividades en programación, tales como, la generación de código a partir de descripciones de alto nivel, las pruebas, y la optimización de código. Esto no implica que el rol del programador se extinguirá, dado que la programación requiere de una estructuración que trasciende el lenguaje natural. Sin embargo, sí contribuye a aumentar la productividad de los programadores.
4. Analizar los datos: Diversas plataformas de analítica de datos permiten mediante IAG obtener respuesta a preguntas formuladas en lenguaje natural sobre los datos e información de la empresa, reduciendo los prolongados tiempos de reproceso y análisis de la información, desafortunadamente, el procesamiento de preguntas en español aún no está disponible en algunas plataformas.
5. Crear contenidos: La actual huelga de los guionistas de Hollywood es una evidencia de otro campo de uso de la IAG, en el caso de los guionistas, se teme que la IA podría usarse en actividades que abarcan desde la corrección de estilo de texto, generar esquemas de historias, hasta incluso crear guiones completos, transformando la forma en que se crean los contenidos.
La realidad es que la IAG ha llegado para quedarse, seguirá evolucionando, y nos corresponde administrar cómo sacarle el máximo provecho en nuestras organizaciones, manteniendo un equilibrio adecuado entre productividad, innovación y ética.