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“El mercado marginalista fracasó”, afirmaba el apreciado empresario Dr. Carlos Enrique Moreno (exasesor presidencial y expresidente del Grupo Corona) en el foro acerca de los 20 años de existencia del mercado eléctrico colombiano*, celebrado en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en 2015, que contó con la asistencia de un nutrido público, incluyendo al entonces Honorable Senador Dr. Iván Duque.
En ese mismo evento, el Dr. Moreno señalaba una serie de inconvenientes del mercado eléctrico colombiano, incluyendo aquellos relacionados con su condición oligopólica y marginalista, además de sus falencias en temas de pasividad de la demanda y asimetría de la información, entre otras, la mayor parte de ellas estructurales. En el mercado de electricidad colombiano el precio de la electricidad se establece a través de una subasta (marginalista) horaria en la que las ofertas se ordenan de menor a mayor valor, y se escogen las requeridas hasta satisfacer la demanda; el precio único que se establece para todos los participantes del mercado (vendedores y compradores) es el mayor de todos los elegidos de este ordenamiento. En razón al diseño, incluso, ¡se paga este valor a quienes generan su electricidad a muchísimo menor costo!
Inglaterra abandonó esta estructura de mercado hace más de 20 años; otros países con mucha capacidad en fuentes renovables operan hoy de manera muy diferente, incluyendo a Costa Rica, Uruguay, Brasil, Noruega, Alemania y Reino Unido, entre muchos más. Quedan algunos en el mundo, principalmente en EUA, que funcionan como el criticado por el Dr. Moreno, pero por razones muy diferentes.
Ahora bien, en una transición hacia las energías renovables, no habría razón alguna para mantener este mercado, puesto que los costos para producir electricidad renovable (incluyendo el de las hidráulicas) son muy pequeños, y todos estaríamos pagando la electricidad a precios de las plantas térmicas que son hasta tres veces más onerosas. Erróneamente se dice que las térmicas se requerirán en Colombia, pese a que hemos demostrado lo contrario en muchos artículos científicos publicados**; no obstante, aun si se quisiera privilegiar a las térmicas, se podría hacerlo con menor daño para la sociedad en términos económicos y ambientales.
Colombia cuenta con características excepcionales - entre las mejores del mundo- en términos de diversidad, complementariedad y almacenamiento, con base en fuentes naturales no agotables (sol, agua y viento), para convertirse 100% renovable en electricidad en el corto plazo. Esto puede lograrse bajo condiciones de seguridad, bajo precio y nulidad de emisiones. ¿Y, por qué, entonces, nos estamos tardando tanto para movernos en esa dirección? Además, ¿por qué mantener este ordenamiento anacrónico?
Esto no tiene explicación técnica objetiva, y tampoco es razonable insertar selectivamente esquemas externos sin ser examinadas sus consecuencias minuciosamente. Es, entonces, menester cambiar, pues siempre que tengamos una planta costosa despachada en el sistema, y solo una (sin importar su tamaño), no podremos disfrutar de los bajos costos de las renovables. Por esta razón, urge trascender rápidamente a 100% renovables, más aún cuando no solo se está proponiendo empeorar este mercado, continuando con lo que tenemos, sino además extenderlo de manera regionalizada (precios nodales) - un monstruo de cien cabezas! Concluía el Dr. Moreno en el foro mencionado “… lo que hay no funciona”.
*Foro “Perspectivas de los 20 años de existencia del Mercado Energético Colombiano - UTADEO 2015: https://www.youtube.com/watch?v=VEVJAntmeBI
** Entre otros: S Zapata, M Castaneda, CJ Franco, I Dyner. Clean and secure power supply: A system dynamics based appraisal. Energy Policy 2019