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Las exportaciones no minero energéticas de Colombia han transitado un camino positivo en lo que va de 2024, con corte a julio, con un incremento de 6% frente a enero-julio de 2023.
Esto, al aportar US$12.575 millones, de acuerdo con cifras de la Dian, con análisis de Analdex. Sin embargo, sabemos que este tipo de ventas externas deben aportar cada vez en el total exportado por el país, para equilibrar la cancha con las minero energéticas.
Tenemos los recursos naturales para que Colombia pueda consolidar un verdadero efecto Wow en los consumidores y compradores internacionales. Las ventanas de Tecnoglass; los vestidos de baño de los grandes diseñadores del país; el aceite de aguacate Hass; los transformadores eléctricos de Magnetrón, son algunos de esos productos con valor agregado que han cautivado a propios y a extraños, pero la lista de ejemplos, para los próximos años, debería ser más amplia.
De igual forma, este esfuerzo empresarial debe ir acompañado por políticas públicas que ayuden a impulsar el salto que se necesita, con temas fundamentales como desregulación y facilitación. Que exportar sea rentable frente a vender en el mercado nacional y que haya un verdadero propósito de disminuir los costos logísticos, de transporte y almacenamiento, ya que esto nos hará más competitivos a la hora de conquistar a los compradores en el exterior.
Si miramos los cinco bienes no minero energéticos más exportados, encontramos al café, flores y capullos frescos, bananos, puertas, ventanas y sus marcos, rosas frescas y aceite de palma, que son productos que históricamente han estado jalonando las exportaciones de Colombia, gracias a un gran trabajo de comercialización internacional.
No obstante, el valor agregado, la innovación, la apuesta por la tecnología, son elementos que deben posicionar con más fuerza a Colombia, como un jugador relevante en manufacturas y agro. Por ejemplo, hay que profundizar en la estrategia de aumentar las exportaciones de café tostado en origen, que podría dejar mayores utilidades para el país.
Igualmente, las plataformas de comercio electrónico transfronterizo pueden llegar a ser unas herramientas muy valiosas, a la hora de querer posicionar los bienes nos mineros, de manera masiva.
Así mismo, debemos vincularnos a cadenas globales de valor en más categorías de productos, para que esto sea un círculo virtuoso de largo plazo. Al mirar los destinos que más nos compran bienes no minero energéticos, tenemos a Estados Unidos de primero, seguido por Ecuador, México, Brasil, Perú, Venezuela y China. El caso de Venezuela es el que más llama la atención por lo que el porcentaje de crecimiento (46,5%) es el más alto de toda esta lista.
Vamos por los US$503,2 millones a julio exportados al vecino país y la recta final del 2024 va a ser vital, para que este crecimiento sea sostenido, teniendo como telón de fondo la situación política que vive Venezuela, donde se podrían endurecer las sanciones económicas.
En el efecto Wow debe sumarse todo el esfuerzo que hacen las empresas colombianas exportadoras de servicios como ciberseguridad, software, videojuegos, producción audiovisual, entre otras.
Según el Banco de la República, las ventas externas de servicios sumaron US$8.299 millones, en el primer semestre del año, con un aumento de 13,7% frente al mismo lapso de 2023. Si bien gran parte de esto es por turismo, los demás sectores tienen el potencial de jugar en las grandes ligas a nivel mundial.
Cuenten con Analdex para trabajar de manera articulada en pro de acelerar esa inserción de Colombia en el contexto global, con bienes y servicios con valor agregado, que enamoren a los compradores internacionales.